Una cosa es la tecnología y otra es el tecnologismo. La blogosfera está fascinada por la tecnología. Reseñas y más reseñas de lo último, lo más. Productos comerciales que condensan el eslogan «el futuo ya está aquí».
La teconología conlleva un conocimiento científico que a los tecnofascinados se la trae al pairo. El último premio Nobel de física, que premiaba a dos estudiosos de la física del estado sólido que había multiplicado la capacidad de almacenamiento de los discos duros, ha tenido menos eco entre la gente que los últimos teléfonos móviles.
La pasión por la tecnología es más bien una pasión por lo que viene, que en realidad es -en la mayoría de los casos- una reformulación de lo que ya tenemos. Es un equivalente de algo que ya existe, pero que suena a moderno: es lo que los lingüistas llaman un neologismo. Eso es el tecnologismo. Una situación que está a la orden del día.
Hay proyectos a los que te abalanzas en cuanto te invitan. Elitevisión es uno de esos. Un grupo de avezados hombres de la blogosfera, que saben pulsar el momento en que viven, se dan cuenta de que algo falla. A fecha de hoy, la ficción televisiva es más interesante que la cinematográfica, y utiliza unos códigos -por extensión y dosificación- que el cine no puede desarrollar. Y sin embargo, los comentarios sobre televisión se realizan siguiendo criterios puramente cinematográficos. Una injusticia, y un desastre. Para poner una pica en Flandes, decidieron llamar a los blogueros que consideraban más lúcidos a la hora de comentar cultura popular, y les lanzaron la propuesta: ¿quieren ser los pioneros para desarrollar un nuevo tipo de comentario audiovisual?
Contra todo pronóstico, dijeron sí. Y así nació eliTeVisión, la élite de los titanes de la blogosfera pulsando la historia de la televisión. El manifiesto fundacional se resumía así de telegráficamente:
EliTeVisión da la espalda, así, a los blogs sobre televisión que han heredado todos los vicios de la crítica cinematográfica y analizan las series en función de criterios que solo funcionan en ciclos de noventa minutos.
EliTeVisión reivindica el análisis detallado de la avalancha de argumentos simultáneos e independientes; de las historias-río que duran días, semanas, meses; de los personajes tan complejos que necesitan años para ser estudiados en profundidad.
Por eso, EliTeVisión establece las siguientes reglas para el análisis de la producción seriada televisiva:
– Cada serie será analizada capítulo a capítulo, a razón de un post por entrega
– Cada serie será analizada cronológicamente
Yo sé que ustedes son personas inquietas, que saben estar donde hay que estar, y que pulsan el momento. Ahora tienen un rincón donde esa pulsación toma cuerpo. Un proyecto mastodóntico donde se aunan el talento, el conocimiento, el humor y una absoluta falta de miedo.
1) La libertad individual no existe (o: los mensajes retrógrados sólo necesitan ser apoyados por un producto)
Para asombro de los ciudadanos modernos, la bebida isotónica Powerade se anuncia con el eslogan más retrógrado de las últimas décadas: «¿tu cuerpo te pertenece? Pertenece a quien lo hace funcionar».
La pregunta inicial dice responder a una frase que considera habitual en la mente del espectador: la frase «mi cuerpo me pertenece», un argumento muy frecuente entre las personas que se defienden la homosexualidad y/o el aborto, y en general la libertad individual. Con la excusita de «anunciar un producto», están emitiendo repetidamente en pantalla que tu cuerpo pertenece a «otra cosa» (llámalo dios, llámalo energía) que hace funcionar tu cuerpo y que llora cuando haces cosas malas y que te quiere tanto que te mandará a un lugar con llamas en cuanto se lo permitas.
Lo fascinante es que «anunciar un producto» es más sagrado que defender los intereses de un colectivo. El gobierno de Aragón tuvo un anuncio de televisión en el que defendía que los recursos pertenecen a quienes pueden explotarlos, mientras que Aznar defendía que los recursos son de los jefes (y si alguien se resiste, como los del petróleo, pues se les bombardea). El anuncio del gobierno de Aragón nunca se emitió, ni siquiera después de ganar el juicio por la censura. Porque daba un mensaje «inapropiado».
Pero si anuncias un producto, puedes decir necedades hasta el extremo. Tu cuerpo no te pertenece. Le pertenece a algo de lo que nosotros, casualmente, somos el intermediario oficial. Qué casualidad y qué mala suerte, ¿verdad? La única pena es que el maldito avance social nos impide colocar una esvástica, o un crucifijo guay, en la etiqueta del refresco. Es lo único que nos faltaba para redondear el Powerade. Si es que no hay libertad.
2) Claudia Schiffer es gafe (o: no abandones tu fe)
En una tarde cualquiera, Claudia se queja de que le salen arrugas, se le rompen las puntas del pelo, y el sol le estropea la piel del escote. No hay paz para su martirio constante: tiene problemas si se le riza el pelo y tiene problemas si no se le riza. Claudia es el Job de la belleza. Y ella, como Job, se mantiene firme en su fe: fe en la química y en los potingues.
3) No existe la moderación
Los jaboneros Dove se promocionan con anuncios que pretenden defender a la mujer «real». Sospechosamente, dicen mostrar mujeres «de verdad» de la calle, que no entran en los estándares de las revistas de belleza (un estándar que ya comentamos aquí ).
Repito: Lo Dicen. Necesitan incluirlo en la locución. La imagen no es suficiente; porque la imagen, lógicamente, dice lo contrario. Las mujeres de dove están tan lejanas del estándar de la calle como dicen estarlo del estándar de revista. Son menos extremas en la ficción, pero son ficción. Como «enemigo» intentan colocar las imágenes ficticias, que el imaginario profesional identifica inmediatamente con la marca Adobe, propietarios del Photoshop.
Como es evidente, Dove contra Adobe suena a Kramer contra Kramer. Y es verdad, porque los dos juegan a lo mismo. La supuesta realidad de los jaboneros es como la supuesta realidad de los programas «reality». Dicen ser reales porque hay una ficción más extrema. En el mundo audiovisual, no hay términos medios y los únicos baremos útiles son los extremos. No existe la moderación: todo se referencia a los extremos.
4) La pederastia ya es oficial
Por si no lo creen, vean el anuncio en pelosexy.com (pulsen descargas, y bajen a «anuncio de la tele). El colectivo de socorristas no ha tenido inconveniente en que la empresa Herbal Essences deje entrever que el necesario trabajo de salvamento en playa es compatible con el acoso infantil.
La presentadora Michelle Jenner, imagen de la campaña, aparece en sus programas en La Sexta vestida de estudiante de minifalda y coleta, y de dominatrix calzada de cuero (olé por los guionistas, y por el buen ánimo de la chica). Pero incluso vestida de estudiante, no trasmitía la imagen de niña -el arquetipo de niña- que muestran impúdicamente los del champú a golpe de estilismo. Con maquillaje y vestuario concienzudos, los jaboneros herbales se las han arreglado para entrar en un terreno muuucho más pantanoso. Lo dicen los fabricantes de champú. La pederastia ya es oficial. Casi ná.
Estoy entusiasmado con el caótico y hermoso disco de las mexicanas Descartes a Kant, que hacen una media ponderada entre Veruca Salt y Mister Bungle, y hacen piezas en las que no tienes ni idea de cómo va a sonar el minuto siguiente. Comprimiéndolo en etiquetas que el grupo aborrecería, presentan una suma de art punk, indie, y jazz core.
Al contrario de su modelo Mr Bungle (imprescindible la escucha de su disco California, descargable aquí), las suaves voces de estas chicas de Guadalajara hacen más accesible el caos a los oídos reacios.
Lo tengo en la recámara desde hace semanas, pero no he encontrado sitio para comentar el extraordinario libro Afterpop, de Eloy Fernández Porta. Lo guardaba para hacer uno de esos comentarios largos y extensos que debían servir como anzuelo para leerlo. Y sigo sin encontrar el hueco para hacerlo, pero deben ustedes agenciarse un ejemplar cuanto antes.
Si son ustedes de los que van a la película según el elenco, aquí es insuperable: Baudrillard, Zizek, Mauro Entrialgo, Alan Moore, Burroughs, Walt Disney, Scorsese, Nixon… todos los grandes salen en algún momento. Si son de los que les gustan las lecturas con sustento, ya les digo que el maestro Fernández Porta refríe los posmodernistas con un saber hacer y una soltura envidiables.
Dos citas para atraerles definitivamente:
La posición simbólica del aficionado a la cultura pop mainstream: sabe que sus gustos suelen coincidir con los de todo el mundo y hace como si fuera igual que todo el mundo, pero en el fondo sabe que es otra cosa. Huelga decir que el estadio Santiago Bernabeu, se llena cada domingo con miles de ciudadanos que simulan ser parte de la manada, cuando en realidad son otra cosa.
O mejor, tomen esta, y reconstruyan a) la decisión, b) el conocimiento y c) el coraje que se necesitan para articular este párrafo:
El Acme Novelty Library de Chris Ware no es inferior a la cultura literaria, sino superior a la concepción de la cultura dominante: su lectura pide, y aun exige, algunas nociones de deconstrucción, historia del cómic underground, teoría de los medios, y no poca sicología. Pero ya se sabe: desde los años setenta, el arte son «sólo bobadas».
Tremendo. Según avanza, cada artículo del libro se dirige progresivamente a los criticos literarios. Cuando se les haga incómodo, pueden saltar sin miedo el restante hasta otro arranque de capítulo. Todo lo que no es intentar convencer a los inmovilistas, simplemente deslumbra. A por el.
Las manos son tan pinza como es habitual,
pero los pies muestran un inquietante dedo gordo
Tanto sumergirme últimamente en pelis de terror, esta mañana me he sorprendido comprando este fanstasma/esqueleto/brilla-en-la-oscuridad de playmobil.
Los zombies se han usado como crítica al consumismo (especialmente en Amanecer de los muertos, en la que los zombies «hacen lo que recuerdan que hacían en su vida anterior» y acuden en masa a pasear por el centro comercial), pero yo como espectador he terminado pasando por caja para tener uno pequeñito y fantasmal en mi estantería.
Esxtraña moraleja. Cogemos el mensaje, pero caemos en la misma trampa. Y de forma consciente. Me merezco un mordisco.
El mercado de las toallitas húmedas para la higiene ha llevado a piezas muy extrañas con tal de no hablar, para decirlo en plata, de la mierda. Un anuncio dedicado a los gays y a los galleteros mostraba una mano manchada con crema que se limpiaba con una toallita húmeda; un anuncio de lo más esotérico que dejaba poco claro su objetivo a la clientela recién levantada. Los primeros anuncios infantiles venía a decir «tú cómpralas y ya sabrás qué hacer con ellas».
El público infantil no respondía correctamente a ese «ya te apañarás«, y la conocida marca dodot ha realizado un anuncio en el que una simpática rana iba a servir, en principio, para mostrar cómo se usaba el producto. Pero de nuevo, el tema de las heces hizo modificar los planes. El resultado es esta pieza con uno de los cierres más extraños de la publicidad mundial:
Ahí lo tienen. Como muestra la televisión y las compañías fabricantes, el uso correcto de la toallita húmeda consiste en metértela en el culo y dejarla allí bien sonriente.
«Nuestra ascociación exige que a estos chicos se les prohiba jugar a baloncesto.
O al menos, que lo hagan a cubierto, donde no les vea nadie.»
Una pausa para la publicidad y para la reflexión.
A través del siempre sobresaliente «lo mejor del mes» que recopila regularmente Queco en su esquina La página 36, encuentro esta recopilación de anuncios españoles censurados, que incluye piezas célebres como las peleas culturales de Alex de la Iglesia para Fnac, los campesinos hiperrealistas de Bocatta, y las chicas del desodorante Axe, siempre propensas a frotarse.
Quien hace la selección y el comentario es Hernan Ciascari en su esquina Espoiler en El Pais. La reflexión mola. El catálogo de vídeos está en la parte final de la entrada. Incluye a Leti y muebles rey, y ahí nos han ganao.
Ya saben que, mientras la mayoría de los blogs pierden el trasero en comentar las novedades de la cadena sueca Ikea, en este humilde rincón nuestra preferencia en muebles se inclina definitivamente por los zaragozanos Muebles Rey. Pero no por la calidad o la estética de sus productos, sino por sus tremendas campañas celtibéricas, que hemos repasado en esta entrada -que recorría el histórico- y en esta otra.
Para promocionar las rebajas de este año, y siendo consecuentes con la trayectoria que hemos venido narrando, han optado por el eslógan «ofertones de la Pradera«.
La figura, no podía ser de otro modo, es el colosal Chiquito de la Calzada, rebautizado como Chiquito de las Rebajas.
El punto celtibérico diferencial de este año lo encontrarán en su portada. Les he colocado el Flash gemelo, pero desde aquí no pueden escucharlo; deben acudir a la portada de mueblesrey.com. En la película flash, encontrarán un link con el texto «actuación exclusiva». Lo que escucharán tras pulsarlo es, estrictamente, la versión internáutica de las casetes de humor de gasolinera.
Un revival necesario que, como es tradicional, las personas con miras cortas verán como una paletada, porque necesitan que estas resurrecciones las hagan las revistas de tendencias con un guiño irónico patrocinado por una cara marca de zapatillas deportivas. Espero que no sean tan cortos de mollera y lo vean como lo que es. Un nuevo paso para seguir abundando en la publicidad celtibérica y en el entertainment «de toda la vida» como forma de destacar en el competido -o apisonado, según como vean Ikea– mundo de la venta de muebles.
Una cosa monumental. Y la frase «vengan sin miedo, que nadie les va a quitar el monedero» es digna de grabarse en cobre y ser colocada en todas las tiendas de la cadena.
Para escucharla, acudan a la portada de muebles rey. com siguiendo este vínculo y pulsen «actuación exclusiva» en la ventana que tiene el aspecto de la imagen de abajo.