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Domingo, 17 de octubre de 2010
Raul Sensato a eso de las 9:36 am
Este blog cumple hoy un lustro desde su nacimiento.
Ha habido de todo, y antes de que siga habiendo de todo, celébrenlo con una copa a nuestra salud. Que los señores tomen lo que quieran.
Domingo, 10 de octubre de 2010
Raul Sensato a eso de las 1:42 pm
Con el ejemplar de hoy de Heraldo de Aragón se reparte una lámina que muestra tres representaciones de la longitud de la virgen. Distintas cenefas que dicen «así de alta – o de larga, como diríamos por aquí- es la Virgen del Pilar».
El diario insiste en que la lámina es una reproducción de un original del XIX. Sin embargo, el lucir ese así de larga es la Pilarica es una costumbre muy reciente. Mucho. Tanto, que se puede decir que es una reliquia… de base económica.
Las cintas del Pilar no aparecieron en circulación, en el doble sentido de la palabra, hasta los noventa. La cinta de tela que detalla la longitud de la sagrada imagen apareció como la versión más económica de los fetiches de la Virgen. Para quienes no querían costearse una reproducción en metal ni un bajorrelieve, se les vendía, en la cota inferior del coste, una cinta de tela serigrafiada.
Impulsadas por el genio economista que lo ideó y por la lógica explosión de lo barato, aterrizaron en los retrovisores interiores de los vehículos de toda la ciudad y buena parte de Aragón y cercanías. De ahí, les decía, lo de la circulación. La Virgen del Pilar, mediante las cintas que detallaban una de sus tres dimensiones, protegía -supuestamente- a los conductores de las imprudencias de la carretera.
El orgullo celtibérico de justificar la reliquia reciente y dineraria con una pieza de un siglo de antiguedad, se multiplica con el simbolismo de la protección-mediante-la-medida. Lo que tradicionalmente era pasión por la imagen, se convertía en pasión por la longitud. En un fabuloso giro de abstracción, los centímetros (exactamente, 36,5 centímetros) se convertían en el elemento descriptivo guardián de las esencias de la Patrona.
El simbolismo mediante descripción nos hace prever cubos que tengan el mismo volumen que la virgen del pilar, y esferas de metal que tengan su misma masa. Y aún más: figuras que contengan simultáneamente, en una triple protección simbólica, la masa, el volumen y la longitud de la Virgen. Cuantas más representaciones, más obligaciones sentirá de proteger, se supone, siguiendo el hilo de ese simbolismo celtibérico sustentado en lo económico.
Como entenderán, las cintas de la Pilarica, el grabado que lo justifica hacia el pasado, y la propia protección divina por vía longitudinal, pasan con honores a nuestro museo celtibérico.
Viernes, 8 de octubre de 2010
Raul Sensato a eso de las 9:41 am
Me envía Latro al buzón esta imagen reciamente celtibérica:
«Este es un cartel que pulula en la comunidad de vecinos de un amigo desde hace años. Se lo van pasando para avisar a quién le toca limpiar la escalera,parecido en lo que se hacía -y se hace- en algunos pueblos con imágenes
de santos.
En fin, que el cartel lo hizo una abuela que se dio cuenta a tiempo que se había comido parte de la palabra, pero nadie lo cambia y queda aún más bizarro.
La mujer quiso asegurarse de que con este aviso nadie escurriera el bulto diciendo que no se acordaba que le tocaba limpiar. «
Yo crecí en una comunidad donde las labores de limpieza de la escalera también se turnaban en orden implacable. Pero no se ejercía este cartel de picaporte exterior, de denuncia pública en rellano.
Ese relevar sin encuentros, a golpe de colgar en pomo por la parte de fuera, muestra las reticencias y los conflictos del pasado, que se han quedado perpetuados en ese aspecto estético de la pieza. ¿Quién osa tocar ese cartel, darle un aspecto decente, si es un vergonzoso sambenito? Por mucho conflicto estético que plantee, el pensamiento va así: «Se deja como está, porque si no la gente creerá que a mi también me hace ilusión vigilar la escalera».
Pasa con honores a nuestro museo celtibérico.
Bola extra: Les transmito una lección maestra: en viviendas compartidas, dejen siempre la limpieza en manos de profesionales. En las cuitas, siempre una de las partes pensará de la otra que no limpia suficiente. No quieren entrar en esa discusión, porque los maniáticos se ven como virtuosos. Conviertan la comparación en una cuestión de dinero, gestionada por terceros. Háganme caso.
Jueves, 7 de octubre de 2010
Raul Sensato a eso de las 8:53 pm
Eduardo Galán me remite este recorte, extraído de las Cartas al Director del diario asturiano La Nueva España, en la que una mujer escribe una carta abierta a su marido recientemente fallecido. Es de un altísimo grado en la escala celtibérica. Las negritas son de don Eduardo:
«(…)Tal vez allí adonde te has ido necesiten un Oficial de Notaría, esa profesión que tanto te entusiasmaba y que ejerciste de manera ejemplar. Te gustaba tanto que le dedicaste cincuenta y dos años de tu vida. Tal vez ahí arriba estén pensando en hacer una segregación, o una agrupación de parcelas, o alguien necesite asesoramiento para una adjudicación de herencia, o lo que quieren es encargarte una obra nueva… no sé… me pregunto si el cielo se puede dividir horizontalmente… Seguro que tú tienes la respuesta. Sea cual sea la operación que tengan que hacer, no podrían contar con mejor profesional para confeccionar la escritura.(…)»
No podía pasar la ocasión de incluirla en nuestro museo celtibérico.
Bola extra: Tengo algunas salvas más en el buzón, pendientes de publicar, gracias a envíos de los lectores. Disculpas por el retraso, amigos; sus regalos no caen en saco roto.
Miércoles, 6 de octubre de 2010
Raul Sensato a eso de las 2:18 pm
En el número 216 de la revista Leer, encontrarán un texto de mi puño y letra titulado Reglas tácitas de la televisión celtibérica, que procura desvelar las normas que vertebran las teleseries españolas, los realities, los programas de cotilleo y la llamada telebasura. Ocupa las páginas 26 y 27.
El texto acompaña un extenso informe de Borja Martínez, trufado con intervenciones del catedrático Gérard Imbert y con un extracto de Miguel Roig.
Martes, 5 de octubre de 2010
Raul Sensato a eso de las 1:40 pm
Viernes, 1 de octubre de 2010
Raul Sensato a eso de las 8:18 am
Repasando mi carrete veraniego, he encontrado esta foto tomada en agosto, en los barceloneses cines Verdi. Pulsando, se amplía. Los carteles que ofrecía la multisala eran fascinantemente uniformes, iguales, calcados. Incluso se puede sospechar que la sala 1 es una película para chicos, las sala 2 para chicas, y la sala 3 para parejas. Son ganas de buscar diferencias en esta consistencia gráfica, que va más allá de la casualidad.
Lunes, 27 de septiembre de 2010
Raul Sensato a eso de las 11:20 am
La alusión que hace Cifré desde esta página del número 132 de Pulgarcito revela que ya en esos tiempos había un acuerdo sobre directores malos. Nombres convenidos y compartidos, mucho antes de que las listas de «lo peor» del cine aparecieran en libros con lomo.
Más datos sobre el argentino Hugo del Carril en su perfil IMDB.
Viernes, 24 de septiembre de 2010
Raul Sensato a eso de las 12:09 pm
Hoy estrenan El Gran Vázquez, la película de Oscar Aibar. La onomástica me tiene tan interesado como el primer día que supe del proyecto. Los críticos de cine la miran con los ojos de la cinefilia, de los ritmos y los encuadres y las escenaprimerainteriordía, cuando en realidad está por encima de eso: El Gran Vázquez está con el 12-0 a Malta, con el pezón saltarín de Sabrina Salerno, con la Mamá de Un millón para el mejor, con el beso Casillas-Carbonero. La película de Vázquez está más allá de la pantalla, no se puede acotar en términos de cinefilia.
Yo la vi el martes pasado, rodeado de gente del tebeo que conocían el mito oral de las aventuras de Vázquez. Allí estaba su familia y sus compañeros y sus colegas de profesión. Y en particular, estaba Ibáñez. Les he dicho que El Gran Vázquez está en la altura de esos momentos múltiplemente interesantes, pero además yo voy a guardar para siempre haberla visto en la misma proyección que Francisco Ibáñez. Manolo Solo hace un Ibáñez enorme, reconstruyendo esa forma de hablar que tiene el autor, que en las tres primeras sílabas te hace preguntarte «qué ha dicho», y cuando vas por la sexta sílaba ya has reconstruido perfectamente el inicio. Yo a Ibáñez le entrevisté en los noventa, le saqué un detalle que Antoni Guiral ha subrayado citando como «una entrevista de internet», recuerdo esa sensación en cada frase, mientras la realizaba. Tras la proyección, Absence escuchó a Ibáñez decir que a González lo habian clavado. González fue el jefe de los tebeos Bruguera, el artífice de Gusarapo, Ostrogodo, Percebe, Cetáceo y Hotentote como insultos (estos estan sacados del DDT 90, 1953), el director de esa troupe que fue lo más grande, aquellos cinco magnificos (Cifré, Conti, Giner, Peñarroya y Escobar) luego cegados por Vázquez, luego cegados por Ibáñez, todos sostenidamente enormes por motivos ya oscurecidos porque las reediciones se cortaron y sólo vimos cosas lavadas. Todo está clavado, es fiel en el espíritu, guarda el dato mínimo e imprescindible sobre el cual ya acotaremos en exactitud el mito. Las estatuas se comienzan por los grandes rasgos de los grandes.
El Gran Vázquez es un monumento a aquella cumbre, que es nuestra, que llevamos por las venas aunque no lo sepamos, que es puntal en lo que tenemos y en lo que compartimos, mientras los despistados se ciegan en volver a repetir el Quijote y a filmar La Regenta en 3D. Los españoles merecen conocer esa historia y saber que es la suya. Así que tomen a sus dos mejores amigos y vayan a ver la película. A la salida dirán que cinematográficamente no es una cima del medio, pero dos días después se habrán dado cuenta de la fibra que les ha tocado. Y entonces, la película toma toda su dimensión.
Bola extra: Rubén Lardín comenta aquí el conflicto entre mirarlo con los ojos de cinematografía y ese valor extra que solo tienen las grandes cosas que uno no puede saltarse. Yo he estado, y estoy, en el mismo punto. Y lo deseo para los demás.
Jueves, 23 de septiembre de 2010
Raul Sensato a eso de las 11:24 am
Empujado por la dinámica twitter de mensajes telegráficos y observaciones concretas, he decidido ejecutar en El Butano Popular un remedo actualizado (que no mejorado) de las Greguerías de Ramón Gómez de la Serna, sustituyendo sus nubes y sus árboles por vehículos y anuncios y aparatos tecnológicos.
Se llaman Delasernas, subrayando el homenaje, y las iré desgranando en este rincón. Ahí me encontrarán, siguiendo ciegamente y refiriéndome a lo fabricado de forma escueta. O sea, Gregario pero sintético.
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