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Lunes, 24 de noviembre de 2008
Raul Sensato a eso de las 4:19 pm
«Rebélate»: 150 minutos para incomodarte, alterarte, impacientarte… «Sométete»: 150 minutos para sentir, imaginar, rememorar, descubrir… Los clientes del restaurante Mugaritz se encuentran en la mesa dos sobrecitos con tarjetas provocadoras. Luego llegan unas piedras grises. Unas se comen, otras no. Ante el desconcierto, acción. «Al utilizar las manos se rompe el protocolo», dice Andoni Luis Aduriz (Donosti, 1971) mientras faena en la cocina para esas «posibles almas gemelas» del comedor. Tras el aperitivo de las patatas caolín, unas quisquillas de agua dulce de Normandía y unas guindillitas cogidas esa mañana en la huerta y vestidas con miel liofilizada, no hay vuelta atrás. El sometimiento está servido.
Era el inicio de este artículo de El Pais Semanal
Rebélate
Yo,
que abrí el sobre en el restaurante
y leí «Rebélate».
Yo,
que obedezco los carteles de «no fumar»
y los de «servicios de caballeros»
y los de «reservado»,
Yo,
que cuando se juega a baloncesto, tiro a canasta
y cuando se juega a tenis, golpeo con raqueta
y cuando se pide silencio, lo guardo respetuosamente,
Yo
me acerqué a la mesa que tenía las mejores vistas
y los eché a gritos.
Yo
tomé a la asistente más guapa
y la besé en el cuello mientras le tocaba el culo.
Yo
me encendí un pitillo
y dije a gritos que se empezaba por los postres.
Y vinieron los responsables del restaurante
y me echaron.
Y yo
les enseñe la tarjeta del «Rebélate»,
como en las norias se enseñan las fichas de «vale por un viaje»,
como en las tiendas se enseñan los palos con polo gratis,
como en las canchas se señala la línea de tres puntos.
Y yo,
al preguntarme por qué proponen actividades que no aceptan,
comprendí que hay establecimientos
edificados sobre la estulticia.
Y esta es exactamente la misma indignación que me invadió
cuando vi en Frankfurt la lamentable exposición
titulada Bajo tu propio Riesgo.
Sábado, 15 de noviembre de 2008
Raul Sensato a eso de las 1:19 pm
No sé si conocen a alguna persona que se dedique profesionalmente a la comunicación. Si es así, háganle una pregunta: «¿Qué es el glamour?»
Verán el conflicto. Seguro que el/ella ha utilizado en múltiples ocasiones la palabra glamour en su trabajo, pero es incapaz de determinarla. La usa, pero no sabe qué significa. Dirá que lo intuye, que más o menos, que la verdad es que.
Así que para terminar con esas confusiones y con la práctica profesional que consiste en usar palabras que el propio locutor no entiende,
Este vídeo explica qué es el glamour.
Compártanlo con esos amigos que usan la palabra de cualquier manera, y que comience la diversion.
Es el capítulo 15 de Reflexiones de Repronto.
Miércoles, 5 de noviembre de 2008
Raul Sensato a eso de las 3:36 pm
Contaba Luis Carandell (el maestro) una anécdota que pone en su sitio la falsa idea de que «si me dejan decirlo en televisión, todo el mundo se enteraría».
Don Luis, tras intervenir en un programa de televisión, acudió a un bar. Y se produjo este inolvidable diálogo celtibérico que tiene una frase final insuperable.
Camarero: Oiga, yo hoy le he visto en la tele.
Don Luis: ¿Ah, si? ¿Y qué he dicho?
Camarero: (tras una breve pausa) Ha dicho usted… lo que tenía que decir.
Efectivamente, el camarero no se había quedado con nada, y es un retrato que coincide con el telespectador medio. En televisión no se transmite el mensaje que se enuncia. Solamente prospera el mensaje que se repite.
Esto viene a colación del reciente revuelo alrededor de la biografía-entrevista La Reina muy de cerca, escrita por Pilar Urbano, que ha tenido mucho eco por las «opiniones» (así lo llaman los comentaristas) que vierte la monarca. Vean aquí una selección tomada de escolar.net
Homosexuales: “Si estas personas quieren vivir juntas, vestirse de novios y casarse, pueden estar en su derecho, o no, según las leyes de su país: pero que a eso no le llamen matrimonio, porque no lo es. (…) Puedo comprender, aceptar y respetar que haya personas con otra tendencia sexual, pero ¿que se sientan orgullosos por ser gays? ¿Que se suban a una carroza y salgan en manifestaciones? Si todos los que no somos gays saliéramos en manifestación… colapsaríamos el tráfico”
Aborto y eutanasia: “En absoluto” (…) “La vida y la muerte no están en nuestras manos”.
Religión: “Se ha de enseñar religión en los colegios, al menos hasta cierta edad. Los niños necesitan una explicación del origen del mundo y de la vida”.
Violencia machista: “Ha ocurrido siempre. Ahora se informa más y con todo detalle. En cierto modo, se provoca un contagio, se dan ideas que otros imitan. Los que son propensos tienen un filón en esas noticias”.
El programa barcelonés Telemonegal es un espacio dedicado a comentar la televisión de forma crítica. No suelo coincidir con sus puntos de vista, pero al menos muestran abiertamente que tienen uno. Telemonegal mostraba ayer cómo diferentes canales habían afrontado el revuelo. Un corte maravilloso del programa de TVE mostraba que a la cadena nacional el tema no sólo no les incumbía, sino que la presentadora, en un irreproducible gesto de pastor, instaba a la concurrencia a no fijarse en el libro polémico sino en «este otro», también de novedad, escrito por periodistas del propio TVE.
Pero el momento importante de Telemonegal fue la repetición de un detalle del programa La Noria (y lo agradecemos, porque estos programas no los vemos). Comentando el polémico libro estaba la autora, y delante de ella, como quien dice a la cara, la exdiputada Pilar Rahola le preguntó a Pilar Urbano si todo este movimiento es en realidad un movimiento del Opus Dei, reaccionando ahora que -la cito- «España se nos va de las manos».
Supongo que la mayoría de espectadores de la noria, habrían hecho con Rahola lo que hicieron con Carandell. Pero también los profesionales lo han hecho. Su sospecha no ha tenido más eco que su propia emisión.
Hay que tener en cuenta que, en paralelo, en estas mismas fechas, el Opus Dei ha subrayado su interés en declarar su voluntad a través de la boca de otros. La extraordinaria película Camino, que es terrorífica siendo un retrato suave del Opus Dei, ha sido atacada a través de la familia de la niña real que inspiró la historia de ficción. Y, en opinión de Rahola, el Opus Dei habla a través de la Reina. Bien colocando las preguntas apropiadas en el cuestionario, bien aprovechando una cercanía en temas conflictivos. La propia autora del libro, Pilar Urbano, dijo abiertamente ser miembro del Opus en La Noria, como lo había hecho años antes en un corte de Informe Semanal.
Las palabras de Rahola alejan el polémico libro de ser una declaración de «opiniones», y lo convierte en una herramienta en una lucha de poderes, con uno de los contendientes oculto tras una mascarada.
La prensa se concentra en la emisión y reemisión de las posturas conflicitvas de la reina, pero no habla del por qué y el cómo de las posturas conflictivas de la reina. Esa repetición convertirá sus «opiniones» en ciencia infusa. Y Pilar Rahola conversará con los camareros acerca de lo que se dice en la tele.
De entre los extractos elegidos por Ignacio Escolar, me fascina particularmente el señalado como religión.“Se ha de enseñar religión en los colegios, al menos hasta cierta edad. Los niños necesitan una explicación del origen del mundo y de la vida”.
En los otros campos, se puede entender una postura no acorde con los tiempos. Pero en ese párrafo, se defiende directamente una mentira. Y tengo la seria duda de si la Reina defiende la mentira sabiendo que es mentira, o si la defiende creyéndose la mentira. Si es el segundo caso, me apena que del tremendo presupuesto de la casa real, no hayan encontrado una partida para poner al día a la monarca. Si es el primero, me asusta que una mujer con poder defienda que se inculque a los niños una tremenda sarta de mentiras nocivas -de la que el origen del universo sólo es la punta del iceberg- sólo por pereza, antes de construir un big bang de peluche.
Tal vez, que tardemos tanto en descubrir que todo lo que vemos se ha creado en una estrella, depende de la inconsciencia en mantener la mentira, que es el mayor impedimento para el progreso humano. Si no eres parte de la solución, eres parte del precipitado.
Por si les da pereza acudir al cine a ver Camino (que deben)
pueden descubrir las lindezas del Opus Dei aquí.
Incluye una obra maestra del maestro Carandell.
Domingo, 21 de septiembre de 2008
Raul Sensato a eso de las 1:24 pm
La obra de Regino Bernad lleva más de 40 años perviviendo en una viñeta de Astérix. Solo hacía falta un poco de curiosidad para ver que estaba allí y rescatarla del olvido.
Hace tres meses publiqué esta entrada sobre un poco conocido autor aragonés que estaba a la vanguardia del tebeo… con décadas de antelación.
Oscar Senar ha publicado hoy en el diario Heraldo de Aragón el resultado de su larga investigación sobre Bernad. Una investigación que empezó con ese post. El resultado, tras múltiples llamadas a centros internacionales, registros civiles y todo lo que puedan imaginar, lo pueden leer aquí.
Es el primer paso para recuperar la oscurísima trayectoria de este memorable autor de historietas. Esperemos que a partir de aquí, aparezcan familiares y conocidos que nos ayuden a saber quién fue Regino Bernad.
Jueves, 18 de septiembre de 2008
Raul Sensato a eso de las 1:46 pm
Cuando yo estaba en sexto curso había un muchacho en quinto al que todos llamaban Ippy. (…) Era precoz, inteligente y popular. (…) Pero entonces Ippy pasó a sexto. Y de repente, y sin ninguna razón aparente, todo el mundo decidió que le odiaba. Durante los dos años siguientes, Ippy fue atacado a diario sin piedad. (…) ¿Cómo fue posible que todo el mundo se pusiera de acuerdo en algo que nadie podía justificar?
(…)
Así funciona la cultura: te convences de que compartes algo que además no existe. Todos los días, programas de TV como Access Hollywood obligan a dos millones de amas de casa a preguntarse a quién le importa con quién se ha acostado Lindsey Lohan. ¿Y sabes cuál es la respuesta? Prácticamente a nadie. (…) Pero aun así es algo que tienen que saber. Eso se debe a que todas esas personas se interesan muchísimo por otra cuestión: les preocupa la posibilidad de que todo el mundo sepa algo que ellas ignoran. Y ese es el mismo miedo que me hizo odiar a una persona tan absolutamente amable de 1985 a 1986.
Chuck Klosterman, en Pégate un tiro para sobrevivir.
Ed. Mondadori, 2006.
Págs 79-81
Miércoles, 17 de septiembre de 2008
Raul Sensato a eso de las 5:35 pm
Durante años, las organizaciones internacionales se han preguntado cómo luchar contra los secretos de Estado. Cómo tener constancia de las actividades que los países ocultan, en ocasiones porque violan las normas. La guerra tecnológica se da por perdida, porque los servicios secretos tienen aparatos más modernos y potentes que los observadores neutrales. Pero hay un arma que nadie ha tenido en cuenta: el tiempo libre. En el perfecto negativo de las películas de James Bond, la actual pesadilla de los servicios secretos son las aficiones, los hobbies. Los ciudadanos de a pie que matan el rato con paciencia. Y con tenacidad.
En el suplemento Cultura|s que acompaña al ejemplar de hoy del diario La Vanguardia, aparece un artículo mío, que es una versión extendida (en longitud y en altura ) de esta pasada entrada del blog.
Tal vez sea de su gusto.
Los suscriptores la pueden leer aqui.
Sábado, 6 de septiembre de 2008
Raul Sensato a eso de las 7:10 pm
Bajo el injusto titular de «El más freak!», GorkaLimotxo ha sido entrevistado para la revista FHM, que es, como sus siglas indican en inglés, una revista para tíos. Pero para tíos, tíos. De esos para los que una revista buena-buena, tiene coches y tetas. No necesariamente en ese orden.
Gorka es un humorista excepcional, y si no han visto sus cáusticos retratos de la actualidad, ya están tardando. En una sola imagen encapsula más material que la mayoría de columnistas en una semana de intervenciones. Pone el dedo donde duele, y te obliga a decir treintaytres. Lo pueden comprobar aquí mismo. No se vayan sin mirar meses anteriores.
La cuestión es que Gorka, junto a su entrevista, recomienda «tres páginas que te hacen mejor persona»: Una es consume hasta morir, otra es Qué vida más triste, y la tercera es este humilde rincón que están leyendo ahora.
La página de la entrevista la pueden ver aquí.
Me llamaba la atención, por lógica, la imagen que ilustraba este blog. Un escote de mujer con el rotulo «engañado por el strapple». Esta imagen no ha aparecido en este rincón. Así que he acudido al google, y he visto que ilustra a otro No Recomendable: un chaval peruano, Edson Omar Espezúa Lara, cuyo blog está aquí. La imagen era la portada de su ultimo disco. Noten la cursiva.
Entiendo que siempre en un buen momento para poner carne femenina, pero tiene más pinta de que los maquetadores del FHM se fian más del google que de la dirección dictada por Gorka.
Así que este es el mensaje para los lectores del FHM que hayan llegado mediante esa entrevista: tetas van a ver pocas. Tampoco es una crisis, ¿no? Quiero decir, ustedes han estado más de un par de horas en internet, ¿verdad? Hay pezones para aburrir…
Gracias a Gorka por el detalle. Y disculpas a Edson. Ni siquiera sé qué es un strapple. Pero seguro que tiene que ver con las tetas. ¿Qué constancia, eh?
Miércoles, 3 de septiembre de 2008
Raul Sensato a eso de las 1:03 pm
Sé que no hay nada más aburrido que ver las imágenes de las vacaciones ajenas, pero supongo que de vez en cuando es bueno mostrar el lado humano. La imagen borrosa es un servidor botando en una rave organizada en un coliseo romano. En la otra, estoy cantando rancheras acompañado por un duo de cuerdas, con intérpretes de ambos lados del océano, y ambos lados del telón de acero.
En paralelo, hoy mismo aparece en el suplemento Culturas de La Vanguardia un texto mío sobre telerrealidad.
La semana pasada apareció otro del que estoy particularmente orgulloso.
No les avisé de su aparición, de modo que, compensando esta pausa veraniega, lo pego aquí abajo:
Terrorismo fashion
Raúl Minchinela
Al hablar de terrorismo hay que andar con pies de plomo. Es muy fácil herir sensibilidades, entrar en terrenos pantanosos y meterse en callejones sin salida. Aunque lo más exacto sería decir que hay que hablar del terrorismo con cautela… ahora. Hablar a la ligera de la tragedia sólo se acepta cuando está lejos en el tiempo, cuando se han curado las heridas, igual que se puede bromear sobre la enfermedad cuando el paciente está sano. El conflictivo humorista Lenny Bruce lo condensó de esta manera: «La comedia es tragedia + tiempo. Dale tiempo suficiente, y te permitirán satirizar la tragedia».
Un ejemplo paralelo al terrorismo que pone las cosas en perspectiva es el de los piratas: implacables marineros que escapaban a las leyes, que se resistían a las fuerzas del orden, y que perpetraban asaltos, asesinatos y violaciones en su caza del botín ajeno. Los piratas son ciertamente una imagen del terror, con sus espadas manchadas de sangre y sus cuerpos arrojados en alta mar. Pero hoy las bibliotecas infantiles ofrecen libros sobre piratas, las ferias divierten con las atracciones de «Piratas del Caribe», y no falta el niño que se viste de asesino marino para carnavales. Una sociedad no es igual que un paciente, y es difícil es averiguar cuándo está sana, es decir, cuándo empieza a ser lícito hablar a la ligera de la tragedia. Pero el proceso, pongamos el momento donde lo pongamos, va a suceder, más tarde o más temprano.
En Europa está arrasando el expolio estético del terrorismo de extrema izquierda. Es un proceso muy llamativo porque, mientras en Europa la internacional terrorista es una cosa del pasado, en España seguimos teniendo a flor de piel el problema de ETA, que comenzó en la misma época y con una notable proximidad ideológica. Así, encontramos extraordinariamente chocante, por ejemplo, el reportaje de moda de la revista Tusse Deluxe que reconstruía el secuestro de Hans-Martin Schleyer, con modelos que lucían ropa de Diesel. Es parte de la fascinación que existe sobre el grupo terrorista Fracción del Ejército Rojo, también conocido como Baader-Meinhof. El entorno fashion celebra el modelo de gafas RayBan que usaba Andreas Baader, y luce en la camiseta el logo de la RAF: una estrella roja con una ametralladora Heckler&Koch MP5 cruzada. Los coleccionistas compran a precio de oro los carteles de busca y captura, hay obras de teatro y películas sobre la banda, y el relato novelado del romance Baader-Ensslin es un éxito editorial. Astrid Proll, una de las pocas activistas vivas tras los sospechosos suicidios de los miembros, no da abasto en conferencias, exposiciones y publicaciones sobre la banda. El terrorismo, de moda, y como moda.
El fotorreportaje de TD, para los alemanes con canas, es como si nosotros viéramos una sesión con ropa de Zara en la que los modelos reconstruyen el secuestro de Ortega Lara o Miguel Ángel Blanco. Pero para las generaciones que van a lucir esas prendas, alude a un proceso superado, porque la banda ya no existe. Ahí está el recientísimo anuncio de Lancia Musa en el que Carla Bruni, actual presidenta de Francia, hace explotar una limusina. Imaginen un anuncio con coche bomba detonado por Sonsoles Espinosa. El terrorismo desarticulado está disponible para reconvertirlo en entretenimiento, y particularmente, en moda. La estética de mala espina es también estética, y el mundo de la imagen está obligado a rapiñar cualquier idea.
El ejemplo extremo lo tenemos en un grupo de estetas ingleses bautizados con el impecable nombre de Prada Meinhof -que suma glamour y asalto, igual que el nombre del cantante Marilyn Manson-. Su página web, que luce una granada de mano de la que sale un pintalabios, reformula para los modernos la frase de Lenny Bruce: «La historia se repite, primero como tragedia, luego como moda». En Prada Meinhof, el terrorismo fashion no es un destello puntual en forma de gafas o logos o reportajes: es el propósito de raíz, la causa central, el leit-motiv.
A la postre, una constante de la moda son chicos buenos vestidos de niños malos.
Lo que nos enseñan los libros infantiles con piratas y las modelos luciendo ropa de la Fracción Roja es que, nos guste o no, más tarde o más temprano, veremos en las pasarelas y los escaparates camisetas rosas con el logotipo de ETA confeccionado con lentejuelas. El terrorismo fashion es un proceso imparable, y Prada Meinhof nos invita a asimilarlo cuanto antes. Tal vez es al revés; tal vez no hay que esperar a superar la enfermedad para poder reír, sino que el momento en el que te ríes es el momento en el que empiezas a estar sano.
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¿Algún comentario? Aquí abajo.
Lunes, 28 de julio de 2008
Raul Sensato a eso de las 8:20 am
Un repaso somero a los desastres detrás de la «modélica organización» que retratan los medios. Visitenlo aquí.
La foto es de Elvira Lozano
Lunes, 30 de junio de 2008
Raul Sensato a eso de las 11:50 pm
1) Alejense del TDT. No, en serio. Cuatro segundos son un mundo en las retransmisiones en directo. Un mundo. Las personas que veían los partidos a través de TDT oían por la ventana a los vecinos gritar gol cuando el lateral aún estaba preparando el pase. El directo y el descodificador no se mezclan bien. Tanto vender las bondades del digital y encontrarte con esto. Para hacérselo tragar a los impulsores. Aparato por aparato.
2) Qué alegría da ver cómo celebran las cosas en Cáceres. Los cacereños de fiesta son unos colosos. Las celebraciones deportivas en Madrid o Barcelona o Valencia son habituales. Pero Cáceres… ¿qué celebra Cáceres? Sin equipo de éxito… Y sin embargo, en el telediario eran la escala patrón de la diversión, así, con apenas cuatro segundos en antena. ¿Cómo podemos permitir que los grandes de la celebración no celebren? Hay que repetirlo como sea. O plantar un equipo campeón allí. Tenemos que aprender a celebrar. Que tenemos prestigio fuera como señores de la fiesta (la prensa internacional ha cubierto el tema con admiración), pero hay diferencias. Denle cancha a los buenos. Cáceres son los líderes del celebrar en la calle. No podemos dejar ese activo de brazos cruzados.
3) La autoorganización por sms está sobrevalorada. La gente en Barcelona tomó las calles con las banderas al aire ocupando todas las avenidas, sorteando las furgonetas de policía que cortaban el camino hacia el aparcamiento en los lugares céntricos. No había un lugar de reunión prefijado, así que los que iban en coche se fueron a Plaza de España, mientras los peatones y los motociclistas se apiñaban en las Ramblas. En la reunión céntrica, la de la fuente de Canaletas, mientras los turistas sacaban fotos, comprobaba con asombro que se puede ligar repetidamente con una bandera atada al cuello. Al menos, uno de los asistentes lo hacía con una facilidad pasmosa.
(Nota al margen sobre la celebración barcelonesa: el lunes siguiente, la televisión autonómica catalana dedicaba toda una sección del programa de sobremesa «el club» a dilucidar si celebrar los éxitos de la selección nacional entraba o no en el canon de catalanidad, sea lo que eso significa. No se sorprendan; su voluntad de establecer el canon les ha llevado en el pasado a hacer cosas tan asombrosas como machacar por antena que los ciudadanos llaman a la basura de una forma inapropiada. Porque las formas de hablar, para algunas mentes privilegiadas, no son cosa de la gente. El rebaño está para ser guiado.)
Las caras de la gente eran muy extrañas, porque los que estuvieron en Plaza de España quisieron estar en Canaletas y viceversa. El poder de los sms entra en conflicto con la imposibilidad de aparcar. Hace falta organización.
4) Es asombroso lo comedido que ha estado el personal, teniendo un finalista que se llamaba Mertesacker, a un palmo del metesaca. También es admirable que el portero Alemán se llamara Lehman, invitándonos a tener un portero apellidado «Pañol». En otro orden de cosas, el chaval que se puso a cantar «yo soy español» al ritmo del kalinka en homenaje a la semifinal con Rusia, ha metido un gol de campeonato. A los españoles nos gusta meter siempre un guiño extranjero al hablar de lo nuestro, por los conflictos autonómicos. Al fin y al cabo, el propio himno de España es importado. Aunque para corear siempre ha sido mejor el Que Viva España de Manolo Escobar, que, lo crean o no, lo conocen en todo el mundo. Pero todo. Música y letra. Hagan la prueba.
5) Por encima de todo lo anterior: qué grande el ejemplo del entrenador Luis Aragonés. Un hombre al que han intentado hundir mediante el acoso y derribo por tinta y ondas. Un hombre al que le sometieron a un interrogatorio de una hora en televisión en directo para plantearle una única pregunta: cómo tiene usted la desvergüenza de no llevar a la selección al delantero estrella del equipo de la capital. Curiosamente, el programa se llamaba «tengo una pregunta para usted», y efectivamente, sólo hubo una, reformulada cien veces.
Aragonés es un símbolo accidental de la rebeldía, pero símbolo al fin y al cabo. Ahí sus narices. Tuvo a todos contra él. O mejor dicho, tuvo a todos los que se consideran que representan a todos, contra él. Y ganó. Ganó como lo quieren las películas de Hollywood y las biopics de lujo. Llenando un plano final, echándose las manos a los bolsillos y dirigiéndose al vestuario, dejando en el campo a los chavales abrazándose. La victoria patria y el orgullo nacional y el triunfo de un tipo de futbol que retoma las ganas de verlo -porque yo lo abandoné en la era del cerocerismo, que sigue con una salud envidiable-, me son menos interesantes que ese señor canoso de gafas, al que llaman zapatones, que abandona la selección porque a sus enemigos no se les puede ganar todo el tiempo. Ya saben que la diferencia entre los finales felices y los finales tristes es sólo una cuestión del momento en el que paras la cinta. Esta película temina cuando Aragonés marcha al vestuario. Es un final colosal, de gran pantalla, de tozudez contestataria que lleva a la leyenda. Bravo por él.
Grandes complementos: el orgullo y el patrioterismo han sido excelentemente separados en esta entrada de Dr. Zito. Allí les dirijo.
Por si les apetece ver qué es lo que le falta a la prensa deportiva española, tienen un ejemplo precioso en esta hilarante selección de «lo mejor de la eurocopa» del diario The Guardian. Incluye sms enviados por accidente, los uniformes de los entrenadores (incluida una alusión a los míticos sobacos de Camacho de 2002), titulares con juegos de palabras chungos, y un error en la retransmisión que incluyó el himno alemán de la época nazi, que lleva medio siglo prohibido en su país. Un informe excelente. Léanlo aquí.
Actualización: Queco, en su Página 36, ha hecho ya el guión de la biopic. Es buenísimo. Léanlo aquí.
Actualización 2: Abundando en lo que decimos de que los españoles gustamos de cantar nuestra identidad usando canciones extranjeras, Absence me recuerda en el privado que Que Viva España es -tenía que serlo- una canción belga:
«Corría el año 1972, Christina Bervoets tenía 24 años y una prometedora carrera musical bajo el nombre artístico de “Samantha”. Cierto día su productor le ofreció la oportunidad de grabar un nuevo tema, con una simplona pero pegadiza melodía, que se titularía “Eviva España”. La canción había sido encargada al compositor Leo Caerts, un belga cuyo destino vacacional solía ser la soleada costa española. Todos pensaban que sería un auténtico bombazo… y lo fue, en tan solo un año el tema vendió 127.000 discos en Bélgica y 475.000 en el resto del mundo. Se escribió una versión en español del tema a través de Manuel De Gómez, un empleado de la embajada española en Bruselas y Samantha fue invitada a viajar a Madrid y Barcelona para actuar en varios actos y programas de televisión.
Un buen día de 1973 esta canción llego a manos de Manolo Escobar, por entonces el artista que más discos vendía y más películas rodaba. El resto ya lo conocemos, “Eviva España” pasó a titularse “Y viva España” y con el tiempo el tema se ha considerado como uno de los “himnos” más importantes y cantados de este país. Las cifras de ventas han alcanzado los más de 40 millones de discos en todo el mundo.»
original aquí
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