La imagen de arriba es una foto promocional de la miniserie televisiva Dead Set, que el canal inglés Channel 4 ha emitido cada noche la semana anterior a la noche de todos los santos. Aunque les parezca una locura, esa foto es nuestro reflejo. Me explico.
La premisa de la serie Dead Set es fascinante: el mundo cae bajo una plaga zombie, y los únicos que no se enteran son los concursantes de Gran Hermano.
La trama que parte de esa idea, detalla la relación entre lo real, la ficción, la ficción que pretende pasar por real, y lo hiperreal, que pese a ser mentira es más real que lo real. Para los personajes, la mayor parte de ese conflicto se condensa en la primera entrega -el doble de larga que las siguientes-, en el momento en el que una de las pocas humanas que quedan vivas, entra en la casa de Gran Hermano cubierta de sangre y con la tensión por las nubes.A los ojos de los concursantes, evidentemente, tiene que ser una actriz, porque, como norma no escrita, lo que rodea a los concursantes y al concurso es necesariamente falso.
Todo lo que le sucede a la telerrealidad es mentira. Y si algo real ocurre en la casa -como aquel intruso que entró en la casa con una bandera de Euskal Presoak- es borrado. Como si no existiera.
La parte de realidad que tiene la telerrealidad puede ser mayor que la que aparece en la televisión estándar, donde todo es sistemáticamente etéreo. Pero se requiere un bisturí clínico –o el ojo de Gustavo Bueno– para separarla de las condiciones de contorno –las reglas del concurso, las actividades que les preparan- que las inclinan hacia lo falso. Esas condiciones de contorno eliminan la realidad de la telerealidad, y se imbuien de la falsa autenticidad para llevar la demencia al extremo. Ese es un camino sin retorno que ya retraté en este artículo.
Ese momento, en el que la realidad envenenada de ficción se encuentra con la realidad que no tienes más narices que afrentar, es el motivo central de la serie Dead Set. Es admirable la distancia que nos marcan los ingleses en televisión. Ellos hacen una serie brillantemente construida, entretenidísima, en la que no se escatiman escenas de sangre y tripas, y que tiene una carga de profundidad de crítica televisiva. Mientras, aquí, nosotros tenemos esa televisión de ni-chicha-ni-limoná que tiene que gustarle a niños y a abuelas, en la que todo lo que no son broncas, incluye tetas. Allí, cuando hacen series de zombies, destripan en pantalla, construyen una narrativa impecable, plantean preguntas esenciales para cualquier espectador y dicen abiertamente que no todos los programas tienen que ser para débiles mentales ni tienen que doblarse a las asociaciones de personas emperradas en que todo sea lo mismo.
Pero si he empezado subrayando la imagen de arriba, es porque hace unos días les puse un extracto de Eloy Fernandez Porta que a la luz de la serie Dead Set toma nueva luz. Si no recuerdan el extracto, léanlo aquí.
La mujer de la imagen no es una actriz cualquiera. Es Davina McCall, o mejor dicho, es la presentadora de TODAS las ediciones del Gran Hermano británico.
Imaginen por un momento lo que ha debido suponer para un espectador británico ver cómo Davina era asaltada por un grupo de violentos, hasta dejarla tumbada y ensangrentada contra una fuente de agua fría. La presencia de McCall convierte a la serie en una versión de la mejor Guerra de los Mundos: un espectador tardío, encendía la tele, veía a la presentadora de siempre expulsar a un concursante de su programa de siempre… y de repronto aparecía ante las cámaras un caos de sangre y violencia.
Lo que importa aquí es notar que Dead Set, con Davina McCall primero asesinada y luego convertida en zombie, es un negativo perfecto de lo que sucede en España. Y todo se concentra en la ficción asociada a la presentadora. El mito de McCall incluye un currículum con trabajos poco lucidos, lo que, como insiste en subrayar en sus entrevistas, “me sirve para empatizar con distintos tipos de gente”. En España, el mito de la presentadora de Gran Hermano, Mercedes Milá, está imbuido de todo lo contrario. Particularmente, en su etapa telecinquera, en la que se vende, fuera de GH, como fuerza armada del bien y las buenas costumbres. Se va a una barriada a filmar drogadictos o prostitutas y allí ejerce, de nuevo, «la severidad del obispo, la crueldad de la maruja, la celebridad del populista y la ubicuidad de la cámara – sin olvidar la siniestra sapiencia de la policía secreta».
En particular, sus métodos plantando ganchos con cámara oculta y luego luego filmándose a ella misma durante la intervención de la policía (dejando entrever que eso es gracias a ella y que ella es la justicia) ha sido largamente documentado por el programa Telemonegal. (Es curioso señalar telecinco ha mostrado su interés en que lo que emiten por televisión no quede guardado en el tiempo, y sea susceptible de observación minuciosa. Han demandado a Youtube por albergar videos suyos -que es, ciertamente, de recibo-, pero no han ofrecido un sustituto propio)
Entenderán que Milá zombificada no es McCall zombificada. Son mundos inmiscibles. Ficciones inmiscibles. Son puentes que Milá no puede descruzar, por mucho que se maquille y escupa sangre. Milá se ha vendido como la justicia, mientras que McCall se ha vendido como ciudadana de la calle, que es la masa material en la que se sustenta la propia idea de plaga zombie. McCall se construye desde lo real, y Milá se construye desde la mentira.
La serie inglesa, el discurso inglés, constituye no solo una crítica al telespectador -el gran hermano termina sólo siendo visionado por zombies, que se siguen amontonando alrededor de la casa, como en las noches de expulsión, y alrededor de los televisores- y a la propia materia de la televisión. Pero además, encarna nuestro problema de fondo.
La parte de realidad que tiene la televisión inglesa es muy pequeña, el mismo porcentaje de realidad que tiene una entrega estándar del Gran Hermano español. Pero esa pequeña parte es más de lo que tenemos aquí. Dead Set es el producto audiovisual que mejor define la enorme, insalvable distancia entre lo que tenemos y lo que merecemos.
«Tú llegah tarde a lah reunioneh porque a lah dié de la mañiana ya estáh tomándote tuh copah» «¿Cómo que mih copah?» «Sí, tuh copah»»¿Cómo que tomando copah? ¿Qué copah? ¡Cho me tomo copah porque me las sé de tomá!» Esta sacra conversazione entre dos presidentes de equipos de futbol sevillano, retransmitida en directo por TV1, se corresponde con el tipo social que Juvenal definió como el moralista inmoral.
(…) El primer rasgo del moralista inmoral es un carácter asertivo que se sitúa más allá de todas las contradicciones. Como puede observarse, en el diálogo entre directivos se da un salto sin puente desde la admonición moralista ortodoxa hasta el statement alcohólico y vaciletas. No se negocia sobre posiciones débiles.
(…) El moralista inmoral es un inconsecuente, sí, pero no es sólo un hipócrita.Su modo expresivo lo define como una autoridad de autoridades que reprime mucho y lo reprime todo, y lo hace en una época en que los agentes del poder suelen actuar con disimulo.
(…) Cuando Mercedes Milá se refería a Gran Hermano como «un experimento sociológico», no hacía sino reclamar para sí varios tipos de autoridad simultáneos. El moralista inmoral está asentado en todas las posiciones discursivas fuertes: ostenta la severidad del obispo, la crueldad de la maruja, la celebridad del populista y la ubicuidad de la cámara – sin olvidar la siniestra sapiencia de la policía secreta. En sus versiones más manipuladores ejerce también como analista (…) que detenta un conocimiento por debajo del cual el analizado «está en el error».
De ahí que Mercedes Milá pudiera tratar de machista a uno de los concursantes, y poo después mofarse de él por «no ser lo bastante hombre»: dos cargos judiciales que sólo podemos aceptar -y aceptamos, de forma tácita- al nivel del inconsciente culpabilizador, en el que merecemos una reprimenda por todo lo que hacemos. En suma, el moralista inmoral catódico tiene derecho a usar todos los criterios evaluadores y aun destructivos que son propios de cada una de esas figuras, saltando de la una la la otra sin pagar el peaje de la coherencia.
Rigores, disciplina, fascismo de plató… Las más de las veces el personaje trash aparece investido por una presencia de ánimo cutrelux, una fortaleza de espíritu que resulta ora patética, ora conmovedora. Hilarante o malrollista, la autoridad trash se deshace en aspavientos y berrea, oficiando la pantomima de una «legítima figura de autoridad» que brilla por su ausencia.
(…) [Walter Benjamin ya escribió sobre] el kitsch entendido como modo estilístico oficial de los regímenes fascistas: la megalomanía musical, arquitectónica u olímpica del nazismo, en que la distancia entre el plan y el resultado sería, por así decir, la medida de la injusticia política. También aquí los desmanes se parecen, pero no son idénticos. El kitsch fascista tiene su corolario en el trash democrático, que recupera y acepta, en un ritual masoquista, los modales del poder excesivo.
Cuando decimos que Mercedes Milá «tiene derecho a pasarse de la raya, se entiende que ese derecho lo garantiza el medidor de audiencia y los rituales pseudoelectorales propios del concurso, con sus votaciones por sms, sus llamadas de aludidos y otros simulacros de participación democrática.
Friquizar el régimen democrático, jugar con los tics totalitarios y objetivarlos en figuras que encarnan una sexualidad no normativa -Milá como lesbiana agresiva, Carlos Navarro como macho man 1.0-: ahí se juega la partida del trash.
Eloy Fernandez Porta,
en Homo Sampler: Tiempo y consumo en la Era Afterpop.
Ed Anagrama, 2008. Págs 293-295
Este extracto aparece aquí con permiso del autor para celebrar que hoy sale a la venta Homo Sampler. Lo he elegido porque muestra muchas de las cartas del autor: el moralista inmoral es una figura habitual en el análisis lacaniano, la aplicación en el ejemplo es impecable y el texto tiene un inicio que arranca una carcajada que a mitad de párrafo se convierte en asombro (o indignación ante lo que estamos acostumbrados a obtener como espectáculo, ahora que se cae la máscara).
En pocas pero certeras líneas, Eloy nos retrata por qué los realities -o mejor dicho, la arquitectura del reality en la que comentan profesionales del periodismo, familiares de los concursantes, y expertos en nada en particular- nos parece abiertamente facha.
Evidentemente, el mismo tufo facha, y por las mismas razones, emana de los programas del corazón, donde los jueces-colaboradores, imbuidos de esa misma autoridad simulacro-democrática, interrogan a celebridades de segunda fila, preguntándoles que qué es eso de pasear de la mano, o de despedirse sonriendo en la puerta de casa.
Contaba Luis Carandell (el maestro) una anécdota que pone en su sitio la falsa idea de que «si me dejan decirlo en televisión, todo el mundo se enteraría».
Don Luis, tras intervenir en un programa de televisión, acudió a un bar. Y se produjo este inolvidable diálogo celtibérico que tiene una frase final insuperable.
Camarero: Oiga, yo hoy le he visto en la tele.
Don Luis: ¿Ah, si? ¿Y qué he dicho?
Camarero: (tras una breve pausa) Ha dicho usted… lo que tenía que decir.
Efectivamente, el camarero no se había quedado con nada, y es un retrato que coincide con el telespectador medio. En televisión no se transmite el mensaje que se enuncia. Solamente prospera el mensaje que se repite.
Esto viene a colación del reciente revuelo alrededor de la biografía-entrevista La Reina muy de cerca, escrita por Pilar Urbano, que ha tenido mucho eco por las «opiniones» (así lo llaman los comentaristas) que vierte la monarca. Vean aquí una selección tomada de escolar.net
Homosexuales: “Si estas personas quieren vivir juntas, vestirse de novios y casarse, pueden estar en su derecho, o no, según las leyes de su país: pero que a eso no le llamen matrimonio, porque no lo es. (…) Puedo comprender, aceptar y respetar que haya personas con otra tendencia sexual, pero ¿que se sientan orgullosos por ser gays? ¿Que se suban a una carroza y salgan en manifestaciones? Si todos los que no somos gays saliéramos en manifestación… colapsaríamos el tráfico”
Aborto y eutanasia: “En absoluto” (…) “La vida y la muerte no están en nuestras manos”.
Religión: “Se ha de enseñar religión en los colegios, al menos hasta cierta edad. Los niños necesitan una explicación del origen del mundo y de la vida”.
Violencia machista: “Ha ocurrido siempre. Ahora se informa más y con todo detalle. En cierto modo, se provoca un contagio, se dan ideas que otros imitan. Los que son propensos tienen un filón en esas noticias”.
El programa barcelonés Telemonegal es un espacio dedicado a comentar la televisión de forma crítica. No suelo coincidir con sus puntos de vista, pero al menos muestran abiertamente que tienen uno. Telemonegal mostraba ayer cómo diferentes canales habían afrontado el revuelo. Un corte maravilloso del programa de TVE mostraba que a la cadena nacional el tema no sólo no les incumbía, sino que la presentadora, en un irreproducible gesto de pastor, instaba a la concurrencia a no fijarse en el libro polémico sino en «este otro», también de novedad, escrito por periodistas del propio TVE.
Pero el momento importante de Telemonegal fue la repetición de un detalle del programa La Noria (y lo agradecemos, porque estos programas no los vemos). Comentando el polémico libro estaba la autora, y delante de ella, como quien dice a la cara, la exdiputada Pilar Rahola le preguntó a Pilar Urbano si todo este movimiento es en realidad un movimiento del Opus Dei, reaccionando ahora que -la cito- «España se nos va de las manos».
Supongo que la mayoría de espectadores de la noria, habrían hecho con Rahola lo que hicieron con Carandell. Pero también los profesionales lo han hecho. Su sospecha no ha tenido más eco que su propia emisión.
Hay que tener en cuenta que, en paralelo, en estas mismas fechas, el Opus Dei ha subrayado su interés en declarar su voluntad a través de la boca de otros. La extraordinaria película Camino, que es terrorífica siendo un retrato suave del Opus Dei, ha sido atacada a través de la familia de la niña real que inspiró la historia de ficción. Y, en opinión de Rahola, el Opus Dei habla a través de la Reina. Bien colocando las preguntas apropiadas en el cuestionario, bien aprovechando una cercanía en temas conflictivos. La propia autora del libro, Pilar Urbano, dijo abiertamente ser miembro del Opus en La Noria, como lo había hecho años antes en un corte de Informe Semanal.
Las palabras de Rahola alejan el polémico libro de ser una declaración de «opiniones», y lo convierte en una herramienta en una lucha de poderes, con uno de los contendientes oculto tras una mascarada.
La prensa se concentra en la emisión y reemisión de las posturas conflicitvas de la reina, pero no habla del por qué y el cómo de las posturas conflictivas de la reina. Esa repetición convertirá sus «opiniones» en ciencia infusa. Y Pilar Rahola conversará con los camareros acerca de lo que se dice en la tele.
De entre los extractos elegidos por Ignacio Escolar, me fascina particularmente el señalado como religión.“Se ha de enseñar religión en los colegios, al menos hasta cierta edad. Los niños necesitan una explicación del origen del mundo y de la vida”.
En los otros campos, se puede entender una postura no acorde con los tiempos. Pero en ese párrafo, se defiende directamente una mentira. Y tengo la seria duda de si la Reina defiende la mentira sabiendo que es mentira, o si la defiende creyéndose la mentira. Si es el segundo caso, me apena que del tremendo presupuesto de la casa real, no hayan encontrado una partida para poner al día a la monarca. Si es el primero, me asusta que una mujer con poder defienda que se inculque a los niños una tremenda sarta de mentiras nocivas -de la que el origen del universo sólo es la punta del iceberg- sólo por pereza, antes de construir un big bang de peluche.
Tal vez, que tardemos tanto en descubrir que todo lo que vemos se ha creado en una estrella, depende de la inconsciencia en mantener la mentira, que es el mayor impedimento para el progreso humano. Si no eres parte de la solución, eres parte del precipitado.
Cuando yo estaba en sexto curso había un muchacho en quinto al que todos llamaban Ippy. (…) Era precoz, inteligente y popular. (…) Pero entonces Ippy pasó a sexto. Y de repente, y sin ninguna razón aparente, todo el mundo decidió que le odiaba. Durante los dos años siguientes, Ippy fue atacado a diario sin piedad. (…) ¿Cómo fue posible que todo el mundo se pusiera de acuerdo en algo que nadie podía justificar?
(…)
Así funciona la cultura: te convences de que compartes algo que además no existe. Todos los días, programas de TV como Access Hollywood obligan a dos millones de amas de casa a preguntarse a quién le importa con quién se ha acostado Lindsey Lohan. ¿Y sabes cuál es la respuesta? Prácticamente a nadie. (…) Pero aun así es algo que tienen que saber. Eso se debe a que todas esas personas se interesan muchísimo por otra cuestión: les preocupa la posibilidad de que todo el mundo sepa algo que ellas ignoran. Y ese es el mismo miedo que me hizo odiar a una persona tan absolutamente amable de 1985 a 1986.
Chuck Klosterman, en Pégate un tiro para sobrevivir.
Ed. Mondadori, 2006.
Págs 79-81
Mientras en España nos hartamos a series de vecinos en los que uno es marica, otro es un caradura, otro habla raro, y hay una vecina metomentodo que habla a gritos…
…y sólo se escapa Muchachada Nui (y gracias)…
…este programa Producido en Venezuela y Animado en Argentina pone el listón muy, muy arriba, y a ver quién se lo salta.
Nada Que Ver. Dirigido por Juan Andrés Ravell y Oswaldo Graziani. Un programa que se anunciaba con el eslogan «A alguien van a echar por esto«. Y han tardado tres entregas en recibir palos, porque es material peligroso.
Diversión remezclada en lo que ellos, como de pasada, llaman Medley Television.
Coges «lo mejor de», lo agitas un poco, le pones un trapo en el cuello y le prendes fuego.
Vean aquí abajo las dos primeras entregas. Busquen un asiento cómodo.
RECTIFICACIÓN DE RAÚL MINCHINELA:
A raíz de las recomendaciones que me ha dado mi abogado especialista en temas de Internet, en relación con lo que previamente he dicho errónea y públicamente sobre este asunto, y como resultado de las negociaciones frente a un requerimiento formal que he recibido de CREA’T y de sus abogados, desmiento lo erróneo que he dicho hasta la fecha y, a los efectos, aclaro lo siguiente:
i) No es cierto que el video Tic Tic News sea un plagio de Actualitech y no ha habido infracción de derechos de propiedad intelectual por parte de RM ni por parte de CREA’T
ii) No ha sido la intención de CREA’T de timarme, estafarme o robarme, «hundir al que piensa» o copiar mi trabajo, y no es cierto que yo haya sido timado, estafado y plagiado o robado por esta empresa.
iii) Los comentarios denigrantes y perjudiciales para CREA’T, y en particular las acusaciones de timo, plagio, copia o robo, hechos por otros «blogueros» y miembros de la «blogosfera» y en los distintos foros de internet, son consecuencia de mis declaraciones iniciales erróneas, advirtiéndoles de que sopesen sus palabras antes de pubblicar acusaciones que por lo que digo son inciertas y falsas.
iv) No es cierto que no haya habido voluntad de CREA’T a compensarme por mis esfuerzos en relación con el proyecto para La Vanguardia y el video Actualitech, siendo ello independientemente de que CREA’T me confirma conforme La Vanguardia acordó con CREAT que no le pagaría a CREAT si no se aprobaba mi video cero.
v) Que, además, de lo cuatro videos originalmente contemplados en el marco del proyecto para La Vanguardia, sólamente realicé uno solo, por el cual he sido compensado a la fecha de manera adecuada y más que suficiente por parte de CREA’T.
vi) Que, para compensar y minimizar a CREA ‘T en los daños y perjuicios que hasta la fecha le he irrogado directa o indirectamente (así como los que en el futuro se le pudieran también ocasionar), me he comprometido a públicamente rectificar y desmentir de manera directa y activa en lo que hasta la fecha y a futuro se haya publicado de manera errónea sobre el tema.
_ Actualización 16 de junio, 13:08h esp:
Acabo de recibir un certimail donde me aconsejan – o eso he entendido yo – retirar los comentarios de este blog para evitar demandas por daños.
Agradezco la solidaridad de todos y, hasta que tenga la oportunidad de hablar con un abogado, de forma temporal, los saco de portada, guardándolos por si me los pidiera un juez.
Espero que nadie piense que con ello estoy coartando su libertad de expresión (no lo pretendo y me disculpo anticipadamente por ello). Fin de la actualización
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Tras completar el primer año de Reflexiones de Repronto, contactaron conmigo unos señores que tenían un acuerdo con la edición digital de La Vanguardia para facilitarles contenidos en video.
Querían el espíritu de Reflexiones de Repronto para la edición digital de La Vanguardia.
Ellos querían un informativo sobre tecnología.
No tenían nada.
No sabían ni el aspecto, ni el perfil, ni el ángulo con el que tratar las noticias. El único referente que me dieron fue DiggNation.
Lo que me dieron fue el listado de noticias de las que tenía que hablar. Tienes que hablar de esto. Todo lo demás es cosa tuya.
Estuve trabajando dos meses haciendo pruebas son diferentes formas de hacerlo, diferentes propuestas de montaje. Hasta encontré una forma satisfactoria de rodarlo en las instalaciones de Cornellá donde estaba la propia empresa productora.
El 21 de Febrero entregué el primer guión. El 6 de marzo, la segunda versión del piloto.
Por si las moscas, registré el dominio del nombre del programa, ya después de presentado y aprobado, el propio 6 de marzo de 2008: actualitech.com
Esta fue la versión definitiva del programa piloto (fecha: 18 de abril), con músicas de Oriol Luna y grafismo de Miriam Piquer:
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Hace dos semanas me llamaron diciendo que no, que el trabajo que había hecho no servía, que no me iban a pagar nada y que La Vanguardia no iba a emitir ese videoblog sobre el formato que creé.
Todas las modificaciones que había hecho semana tras semana, ahora resulta que no servían.Dos meses de trabajo, a la basura.
Y ahora veo en la web de LaVanguardia.es –en la portada– que están emitiendo esto:
Imaginen mi cara de tonto. He sido timado completamente.
Comparen DiggNation con Actualitech y díganme cuál se parece más al video final.Es menos que lo de Afinsa, pero duele.
Supongo que es especialmente doloroso lo de la camiseta, que fue una cosa que conservé de Repronto, y que no sólo han utilizado, sino que hasta lo han convertido en logotipo -fíjense en el pecho del señor sentado, en el grafismo-.
Es muy doloroso. Dolorosamente habitual. Hundir al que piensa. Proceder al timo y a la copia. Y dejarlo finalmente en manos de terceros amigos.
Supongo que los de La Vanguardia no lo saben, y todo ha sido a sus espaldas. Yo colaboro en La Vanguardia con cierta frecuencia desde 2002, y el diario y sus responsables merecen todo mi respeto.
Pero tengan mucho cuidado con los acuerdos de palabra. Con la buena voluntad. Llevan al timo.
El Grand Prix de TVE sigue triunfando en la televisión indonesa, con los concursantes españoles:
Las vaquillas de ‘El Grand Prix del verano’ triunfan en Indonesia
YAKARTA.- Las vaquillas Ramona, Revoltosa o Pepa [y] Pueblos españoles como Nuevo Baztán, Griñón, Los Molinos o Falces fueron los protagonistas de cada verano en la cadena pública. Ahora han saltado a la fama en Indonesia gracias a una cadena de televisión que emite, a diario y doblado al idioma local, el popular concurso veraniego de TVE.
El veterano programa de entretenimiento de la productora española Europroducciones, que en TVE ha disfrutado de más de una decena de temporadas, se emite en Indonesia de lunes a viernes a mediodía, de forma ininterrumpida, y desde 2005, enlazando temporadas una tras otra, sin aparente solución de continuidad.
Durante esta semana se están dilucidando los últimos compases de la edición del año 2001, y en tan sólo unos días, como ya ha sucedido en varias ocasiones, volverá a imponerse el combinado de Nuevo Baztán, un pueblo madrileño de apenas 6.000 habitantes.
El sueño de este canal privado indonesio especializado en los contenidos de entretenimiento es hacer su propio concurso, poder emitir un producto propio de características similares a las de ‘El Gran Prix’, pero con un carácter más local.
«Nos gustaría hacer una versión local del concurso, pero es muy difícil reproducir los escenarios y las pruebas que tienen lugar en el original», reconoce la analista de programación.
«Es difícil doblar un concurso de estas características del español al indonesio, porque hay muchas referencias locales, pero por ahora los espectadores están contentos», comenta Sarity y añade que esta misma circunstancia se da al doblar algunas series estadounidenses.
Así que atentos en las fiestas de pueblo. Cuando vean a un señor de piez tiznada y ojos rasgados que se lanza a recortar la vaquilla, no se extrañen si pregunta luego dónde están los troncos locos. O las señoritas en minifalda.
El video ya mató a la estrella de la radio. Cuidadín con el folklore.