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post La actualidad a través de los posts anteriores

Viernes, 13 de noviembre de 2009

Raul Sensato a eso de las 1:13 pm

La prensa está usando ríos de tinta para apostillar esta intervención del presidente de la Comunidad Valenciana, acusado de corrupción, en la que dice que el jefe de la oposición desea cometer un acto terrorista y/o un paseo a lo García Lorca:

Usted lo que quiere

Para muchos la frase es una enajenación momentánea, pero en nuestra tradición reprontista de poner sentido a intervenciones que todos desprecian, les invitamos a que vean la extraña pero coherente lógica contemporánea en la que se cimenta esta declaración… a través de posts que ya se han publicado en este blog.

1) El inculpado que se autorretrata como víctima : post 1

2) La negación y la no negociación del moralista inmoral : post 2

3) La declaración de «sinónimo de terrorismo» a toda disensión : post 3

La declaración de Camps, como la de la modelo en el ejemplo reprontista, no nos importa por el hecho de que no debería haberse producido, sino porque confirma el sentido de las entradas que aparecen en este rincón semana tras semana.

La captura pertenece a esta página del diario valenciano Las Provincias

post La ciencia en España: concepto y aplicación

Miércoles, 7 de octubre de 2009

Raul Sensato a eso de las 8:01 am

Para entender las cosas, hay que poner un marco, porque la evolución de las cosas tiene que ver con las vecinas.

[Nota: Lo difícil es averiguar qué cosas son vecinas: si todo estuviera relacionado con todo (por ejemplo: la torre eiffel se derrumba porque un señor en Badajoz ha dicho «pato» y otro en Frankfurt se ha rascado el pie) no entenderíamos nada, y si nada estuviera relacionado con nada (todo el océano se convierte espontánemente en hielo, y las palomas se tiñen de azul de repente), tampoco podríamos entenderlo. Esta limitación en las causas-consecuencias es lo que se llama, gracias a Platón, symploké.]

Esta entrada viene a colación de que el gobierno español se plantea reducir un 37% el presupuesto para investigación. No sé si entienden lo que es un 37%. Un 10% es ya una barbaridad.

No es este el lugar para compararlo con el dinero que mueve el fútbol, o la protección de las lenguas vernáculas, o la ampliación de las vías de cercanías de tres a cinco carriles.

Aquí lo que queremos plantear es qué ha hecho que les parezca buena idea.

Tal vez la mejor forma de entenderlo es aludir al mito de Isaac Newton.

Isaac Newton era un señor de trato inaguantable, que dormía a trozos, que reunía muchas de las cualidades de lo que denominaríamos «un raro» y que, en consecuencia, era el negativo del hombre subvencionable, que debe ser una persona formal.

Don Isaac le dio un vuelco a la ciencia de tal calibre, que todo lo relativo a nuestro tamaño se conoce como física newtoniana (Para grandes tamaños, está la física relativista, para los minúsculos, la física cuántica). Y lo hizo pese a que dedicó la mayor parte de sus esfuerzos a la alquimia (una disciplina que no nos ha servido para nada, porque la clave para la alquimia son los procesos nucleares, y no lo puedes llevar a cabo, digamos, en condiciones ambientales, a menos que ustedes consideren una estrella como un lugar con ambiente).

De sus múltiples aportaciones al conocimiento (entre ellas, las leyes de la dinámica, la refracción/reflexion/dispersión de la luz, y -todos en pie- el cálculo infinitesimal y la integración), el más famoso es la Ley de Gravitación Universal. Una maravilla que se desentraña en apenas tres folios de demostración. En un solo volumen, los célebres Principia, estableció las bases de la mecánica clásica, que es como decir que explicó todo lo que le rompía la cabeza a, una tras otra, todas las generaciones anteriores.

Sin embargo, lo más conocido, prodigado, repetido e insistido sobre Newton es que esa cumbre del conocimiento se le ocurrió porque le cayó una manzana en la cabeza.

Esta frase aparentemente inocua y que todos ustedes conocen es la raíz de ese recorte presupuestario realizado por contables.

La frase retrata que en el conocimiento infuso de la ciudadanía se han instalado una serie de condiciones falsas que es necesario señalar.

Son las cuatro mentiras principales en la imagen de la ciencia:

1-El conocimiento es inexorable: Las cosas son como son y más tarde o más temprano las entenderemos, porque sí. Habrá un señor que vendrá de alguna parte que ya lo hará. Esto es lo que Unamuno cuajó en su demoledor «que inventen ellos«

2- El conocimiento es intercambiable: Si le hubiera caído la manzana a otro señor (a ser posible, a otro físico), tendríamos igualmente hoy nuestra ecuación que condensa la ley de gravitación universal.

El corolario de las dos anteriores, en consecuencia, es que da igual tener a diez o a diez mil personas investigando, y eso permite los recortes sin remordimientos de conciencia. Pero sigamos.

3- El conocimiento llega por azar: Si entendemos el pago de las cosas como emolumento por tiempo invertido, un manzanazo, pagues lo que pagues, es muy caro.

Además, a veces la ciencia demuestra que no se puede, y no falta el que lo ve como un fracaso (!), lo que lleva a que se pague más a las secretarias que a los científicos, porque las secretarias no hacen ese tipo de descubrimientos de bien general.

4- La ciencia no da beneficios: Los científicos son tan tontos que publican sus descubrimientos, así que para los listos convertirlos en producto y en dinero tiene un coste cero. Luego te das cuenta de que Inglaterra es Inglaterra gracias a los réditos de la física (pongamos, entre otros, la máquina de vapor), y que Alemania es Alemania gracias a los réditos de la química (pongamos, entre otros, la aspirina). Pero ese es el largo plazo. Para los cortos de miras, la ciencia no da beneficios (comparada con, entre otros, la revalorización de los suelos, un baluarte del progreso). Mientras otros países tienen Siemens y Nokias y Apples, en España tenemos… bueno, miren las listas de empresas que prosperan y listen junto a ellas sus innovaciones…

El manzanazo perpetua la idea de que la ciencia es Newton y no Edison (el de las bombillas, y las centrales eléctricas, y el tocadiscos). Y en consecuencia, la ciencia en España consiste en conseguir distribuciones en exclusiva de productos ajenos: es pernicioso para el país, pero es muy positivo para el distribuidor.

(inserto: «El problema aquí es que siempre los empresarios son unos sinverguenzas, la mayoría de todos. Unos inútiles. No saben vender. Les cuesta cantidad esto de hablar de pesetas y lo único que han hecho siempre es ir a copiar al extranjero. Excepto honrosas excepciones». Video aquí: minuto 4)

Ese es el modelo que hemos premiado. Recuerden que en los galardones a empresarios, el dedicado a la innovación va por separado. Como las olimpiadas para disminuidos.

Esas cuatro mentiras y sus consecuencias -creo que es fácil seguir tirando del hilo- enmarcan esa decisión del gobierno como lógica. En términos generales un suicidio, pero los ciudadanos lo verán con buenos ojos -o mejor dicho, no lo verán- y tendremos pan (o mejor, silencio) para hoy y hambre para mañana, procurando que el hoy caiga en elecciones.

Así que, a la vista de lo expuesto, es normal, natural, que se recorte tan drásticamente el presupuesto para ciencia, y que se siga apoyando, pues eso, el futbol y las lenguas vernáculas, que vuelvo a sacar a colación porque son argumentos que logran que la gente se eche a la calle. Ese recorte en conocimiento es lo normal y lo natural… si eres un político. No es una medida de gestión, sino una medida en la que todo se centra alrededor de ser reelegido. Y subrayen que, en el aspecto gestión, abunda en la tradición de la empresa española (recuerden el inserto). Es un camino al desastre. Y está creado por nuestra idea de ciencia y por nuestros votos: la culpa es nuestra. Ya saben lo que pasa cuando dejamos todo en manos de los mismos señores, y ya saben lo que pasa cuando permitimos que hagan cosas «por nuestro bien«.

Espero que los políticos enderecen su decisión. Pero si no lo hacen, que quede claro este mensaje: nos lo merecemos. Ustedes y yo lo estamos permitiendo. Esto está pasando aquí, y ahora.

Este texto es parte de la iniciativa #tijerasNO

post Y las palabras borran las consecuencias

Miércoles, 30 de septiembre de 2009

Raul Sensato a eso de las 1:14 pm

El diccionario como forma de exculparse

– «Si a la alianza Bush-Barroso-Blair-Aznar evitar la palabra ‘guerra’ le funcionó para que les dijeran que lo suyo era estupendo por mucho que hubiera muertos y torturados, nos tiene que servir a nosotros, por muchos problemas que cree la situación…»

-«¡Bravo! ¡Bravo! ¿Cuándo podemos hacerlo oficial?»

La noticia es de El País

post Hablemos con los futbolistas

Martes, 29 de septiembre de 2009

Raul Sensato a eso de las 11:17 am

Y luego a los periodistas deportivos Valdano les parece la cumbre del intelecto. Por supuesto.

via eunice

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post Los nacionalismos, explicados (3)

Miércoles, 29 de julio de 2009

Raul Sensato a eso de las 10:23 am

[Mientras] Europa, a través de la voz de los intelectuales, celebraba el reencuentro consigo misma, (…) los protagonistas del combate [de los balcanes] parecían tomar la historia en un sentido prohibido, sobre todo los eslovenos y los croatas, que pretendían salir del comunismo y entrar en Europa por la vía del nacionalismo.

Querían erigir fronteras en el preciso momento en que nosotros las abolíamos. Practicaban el separatismo cuando nosotros hacíamos de la caída del Muro de Berlín el símbolo y el paradigma de la lucha contra todas las formas de exclusión. Hacían surgir arrugas en el rostro de un continente que se entusiasmaba por rejuvenecer al borrar los rastros de su pasado tenebroso y pendenciero.

En suma, en el momento de la gran mezcla de identidades, no encontraban nada mejor que segregarse.

Alain Finkielkraut, Los latidos del mundo, pag 11

Este extracto, que saco a colación por el titular del día, retrata simultáneamente el lado trágico y el festivo del apparat nacionalista: en las fiestas organizadas al calor de organizaciones separatistas, verán que siempre hay alguna banda que se proclama como representante del mestizaje. Tal y como enuncia Finkielkraut, es como si en las fiestas del Klan las orquestas se autoproclamaran portavoz de la Motown.

Esta paradoja es la prueba del algodón del convencimiento nacionalista: si encuentran una persona que celebra la mezcla mediante la acotación, sabrán que está embebido en un dogma del que no te saca la lógica.

En anteriores capítulos….

Clasificado como: citas,filosofia

post El español y el tener la razón

Jueves, 9 de julio de 2009

Raul Sensato a eso de las 9:01 am

No les dé vergüenza ignorar una cosa elemental. Todos ignoramos cosas elementales que está harto de saber nuestro vecino. Lo vergonzoso no es nunca ignorar una cosa- eso es, por el contrario, lo natural. Lo vergonzoso es no querer saberla, resistirse a averiguar algo cuando la ocasión se ofrece.Pero esa resistencia no la ofrece nunca el ignorante sino, al revés, el que cree saber.

Esto es lo vergonzoso: creer saber. El que cree que sabe una cosa pero en realidad la ignora, cierra con su presunto saber el poro de su mente por donde podía penetrar la auténtica verdad. (…)

Quien ha llevado una vida intelectual pública muy activa en España y fuera de España, automáticamente compara y la comparación le fuerza a convencerse de que en el español ese hermetismo mental es un vicio permanente y endémico.

José Ortega y Gasset, Qué es Filosofía (1929)
Alianza Ed. págs 198-199.

Ochenta años después, para el español sigue siendo una afrenta que le lleven la contraria, y calibra los duelos sobre la verdad y la razón usando como baremo quién es que habla el último: el que dice la última palabra es el que tiene la razón.

Bola extra: Remata Ortega, unas páginas después:

Las objeciones certeras son la cosa más agradable del mundo (…) Las acojo encantado, y no sólo las acojo, sino que las estimo, y no sólo las estimo, sino que las solicito. Siempre se extraer de ellas excelentes ganancias.

íbidem, pág 213

Vamos, que sin que le corrijan, uno no aprende nunca. Y cuando las objeciones son con criterio, la misma aparición de la duda abre nuevos campos.

Bola extra 2: La Razón, de Theros y Metlikovez, ya aparecidos en este rincón.

Clasificado como: celtiberismo,citas,filosofia,libros

post Los nacionalismos, explicados (2)

Viernes, 26 de junio de 2009

Raul Sensato a eso de las 8:59 am

El desarrollo de la masa como sujeto. Será esta máxima la que determine el contenido político del posible proyecto de la Modernidad. En este contexto tienen su origen las ideas que han dirigido el comportamiento de la época de los nacionalismos (…) y de la era socialdemócrata en la que hoy vivimos. (…)El gran tema de la era Moderna, la emancipación, penetra así en (…) la turba humana.(…)

La función desempeñada casi sin excepción por  los sociólogos ex-officio [es] la adulación, bajo formas de crítica, de la sociedad actual, ese objeto que a la vez actúa como posible cliente. (…)

Quien pretenda involucrarse en la empresa de los discursos en torno a los sistemas sociales actuales y sus poblaciones, (…) ya ha decidido, sépalo o no, bien por la opción de desarrollar y ofender a la mayoría, o bien por adularla y seducirla. Lo que se vislumbra en estas luchas culturales y en estos debates ideológicos militantes (…) no es, en gran medida, más que la disputa entre los que ofenden y los que adulan. (…)

El guión de la Edad Moderna deja vislumbrar que los sujetos colectivos (…) empiezan a exhibir una pasión orientada a la autoestima sin parangón histórico, así como a buscar su satisfacción en la palestra política y literaria. (…)Los grupos políticos genuinos son (…) campos de fuerza en los que cristalizan pasiones en torno a la autoestima. (…) Una tendencia al desprecio a todos por todos se infiltra en (…) la moderna doctrina política del hombre. (…)

Así, la esencia -o mejor dicho, el guión- de la historia social más reciente va a quedar definido por una serie de campañas encaminadas a la institucionalización de la autoestima, en las que nuevos colectivos una y otra vez se atreven a poner sobre el tapete sus propias exigencias de reconocimiento.

Peter Sloterdijk, El Desprecio de las Masas.
Ed. Pre-textos, 2002, págs 9-11, 32-47
Trad. Germán Cano

Clasificado como: citas,filosofia,libros

post Los nacionalismos, explicados (1)

Lunes, 22 de junio de 2009

Raul Sensato a eso de las 12:28 pm

El siglo XIX prestó, por razones en su mayor parte políticas y sociales, una atención más aguda a la historia humana(…)

Las cosas recibieron primero una historicidad propia que las liberó de este espacio continuo que les imponía la misma cronología que a los hombres. Tanto que el hombre se encontró como despojado de lo que constituía los contenidos más manifiestos de su Historia: la naturaleza no le habla ya de la creación o del fin del mundo, de su dependencia o de su juicio próximo; no habla más que de un tiempo natural(…)

El ser humano no tiene ya historia o más bien, dado que habla, trabaja y vive, se encuentra, en su ser propio, enmarañado en historias que no le están subordinadas ni le son homogéneas. (…) el hombre que aparece a principios del siglo XIX está «deshistorizado».

[Tradicionalmente,] el hombre mismo no es histórico: el tiempo le viene de fuera de sí mismo, no se constituye como sujeto de Historia sino por la superposición de la historia de los seres, de la historia de las cosas, de la historia de las palabras. Está sometido a sus acontecimientos puros. Pero pronto se invierte esta relación de pasividad pura: pues quien habla en el lenguaje, quien trabaja y consume en la economía, quien vive en la vida humana, es el hombre mismo

Así aparece detrás de la historia de las positividades aquella, más radical, del hombre mismo. Historia que concierne ahora al ser mismo del hombre, ya que él comprueba que no sólo «tiene» en torno a sí mismo «Historia», sino que es en su historicidad propia aquello por lo que se dibuja una historia de la vida humana (…) Historicidad del hombre que sería con respecto a sí misma su propia historia, pero también la dispersión radical que fundamenta todas las demás.

Así, pues, la Historia forma, con respecto a las ciencias humanas, un medio de acogida que es, a la vez, privilegiado y peligroso. (…) determina la playa cultural —el episodio cronológico, la inserción geográfica— (…)  No hacen nunca otra cosa que poner un episodio cultural en relación con otro (aquel al que se aplican como su objeto y aquel en el que se enraizan en cuanto a su existencia, su modo de ser, sus métodos y sus conceptos); y si ellas se aplican a su propia sincronía, relacionan consigo mismo el episodio cultural del que han surgido.

Michel Foucault, en Las Palabras y las cosas,
Ed. Planeta 1984, pags 357-360.
(Traducción de Elsa Cecilia Frost).

El documento también lo pueden encontrar aquí.

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post Lecturas necesarias: La economía no existe

Lunes, 1 de junio de 2009

Raul Sensato a eso de las 8:03 am

La economia no existe, de Antonio Baños

No se imaginan cuánto he disfrutado la lectura «La Economía no existe», de Antonio Baños. Es un libro de economía que no juega al misterio y al «ustedes no saben y nosotros si y déjenlo en nuestras manos» que tanto se da en la literatura económica.

De hecho, se puede decir que no es un libro económico, porque se entiende, porque se aprende un montón, y porque la lectura es una delicia. Es otro tipo de libro: de los que forman, informan y divierten. Un libro magnífico.

Cuando les conduzco a que se pasen por su librería cercana para distribuir entre sus amigos piezas como esta, lo habitual es poner un extracto. Aquí abajo les pongo uno, que explica que la economía se basa esencialmente en el hambre. Y que explica muchos, muchos procesos que siguen vivos hoy en día. (He puesto un par de negritas, para la gente con prisa):

Una de las más interesantes líneas que permiten rastrear el origen y el desarrollo de la «idea económica» y de su prosperidad está, ¡oh, paradoja!, en el estudio de los pobres. (…)

Durante buena  parte de la Edad Media se entendía que hubiese ricos y poderosos, de la misma manera que había pobres y lisiados. Era el orden divino. Respecto a esas dos clases de seres, la teología parecía respetar a los primeros y alabar a los segundos acercándolos a los cielos. El pobre, si no santo, estaba más cerca de la santidad. (…) Los pobres servían para que los demás pudiesen ejercer la virtud de la caridad. (…)

En el siglo XIV, ya se sabe: la peste negra.(…)Y ahí apareció, ¡zas!, por primera vez una situación que nos acompañará hasta hoy: los conflictos entre ricos y pobres. La imagen del pobre sumiso, bendecido y sentado a la puerta de la parroquia fue reemplazada por la del superviviente que va de un lado a otro, incontrolable, y que ha descubierto el valor de sus brazos.

Y así nace la pobreza como «problema». Como un problema de orden público. Si los pobres se mueven libremente, pueden reunirse, crear revueltas, presionar a los señores. Al igual que ocurre hoy con las pateras que nos llegan de África, la preocupación de los señores no era la pobreza, sino la «movilidad del pobre».

Cuando llegamos al siglo XVI, la pobreza ha cambiado del todo su estatus. El cada vez más fuerte Estado debía hacerse cargo de que la gente estuviese en su sitio. Y la mejor manera de conseguirlo fue mediante otra magnífica invención: el empleo asalariado.

En esa época, la pobreza se convirtió en un asunto tratado en libros y debates entre intelectuales. Luis Vives, el célebre humanista valenciano, publicó con increíble éxito su Tratado del socorro de los pobres. En él se plantea la creación de unas «casa de Caridad» donde acoger (fijar, inmovilizar, controlar) a esa población cuyos pies traen tantos problemas.

Nacen entonces dos conceptos básicos: primero, el de la responsabilidad social del pobre. Y, segundo, la obligatoriedad del trabajo.(…)

El primer paso de esa «revolución de los ricos contra los pobres», como resume magistralmente Karl Polanyi, ya se había dado. Pero pronto se descubrió que había un medio más sofisticado para tener bajo control a la levantisca población. Algo más eficaz que los latigazos o las amputaciones por mendicidad: el hambre.

Joseph Townsend, un grandísimo hijo de puta y clérigo del siglo XVIII (que saldrá más en este libro porque un buen supervillano es fundamental para cualquier historia), aconsejó en su Dissertation on the Poor Laws: «El hambre domesticará a los animales más feroces, enseñará a los más perversos la decencia y la civilidad, la obediencia y la sujeción. En general, únicamente el hambre puede espolear y aguijonear [a los pobres] y obligarlos a trabajar».

¡Qué tío tan capitalista! Perversamente genial.

Y ahora una frase de Thomas Carlyle que prefigura el genocidio econocrático de los siglos xix y el xx: «Si se les hace la vida imposible, necesariamente se reducirá el número de mendigos: un método aún más rápido es el arsénico, incluso podía resultar más suave si estuviera permitido». ¿Quién dice que los nazis inventaron algo nuevo?

¡Magnífico! La cosa marcha. ¿Y cómo consiguieron los ricos generar la suficiente hambre a la vez que convencían a sus súbditos de que se pusiesen a trabajar? Pues poniendo puertas al campo. Esta vez en sentido literal.(…)

Los cercados, dichas enclosures, acabaron con estas tierras «de reserva» para convertirlas en pastos para las ovejas que sustentaban las crecientes exportaciones de lana inglesa.

Para la corona (impuestos), para los comerciantes (divisas) y para los señores (imperio) era mucho más interesante mantener vivas a las ovejas que a los campesinos. (No sé por qué, pero me da que esta afirmación no os habrá sorprendido.)

Los cercados obligaron a muchos jornaleros, que habían subsistido gracias a las tierras ahora valladas, a desplazarse a las ciudades. Allí se enteraron de que la reina Isabel I, esa que sale tan bien en las películas, había dictado la Poors Law de 1601. (…) Todo pobre que fuese útil (en la ley inglesa de 1576 se recogía ya una distinción: se habla de los pobres inútiles y de los able-bodied poors, los físicamente útiles) tenía que «encomendarse» a la workhouse de la parroquia donde estuviese registrado. Allí se les obligaba a trabajar a cambio de un salario de subsistencia. Así que, mientras los señores comerciaban con lana y la nación se enriquecía, crecía de manera nunca vista el número de pobres. (…) si no hay muchos pobres no se puede generar suficiente riqueza.(…) El ejército de reserva de trabajadores, del que hablará Engels más tarde, se recluta con un gran contingente de hambre y represión.

El libro lo publica Los libros del lince.

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post El revisionismo

Jueves, 21 de mayo de 2009

Raul Sensato a eso de las 2:04 pm

El Che Guevara, en la intimidad

Como muestran arriba los chicos de El Mundo today (original aquí), basta una de estas historias para que reformulemos nuestra perspectiva sobre personajes históricos. La de arriba es humorística (no existe realmente tal video). El proceso que retrata, está a la orden del día.

El revisionismo mediático consiste en añadir ingredientes anecdóticos a personajes conocidos. Y en poner mucho esfuerzo y mucha exposición, para que la repetición y la extensión popular (de ahí que sea imprescindible que se pueda formular como anécdota) condicionen completamente el recuerdo del personaje.

En España esto de «el vídeo de caidas del Che» se estila mucho. Mucho. Aquí tienen un ejemplo de anteayer.

Bola extra: un remate redundante con el mismo protagonista.

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