Reflexiones de Repronto · | una videoserie para la generacion audiovisual
 

Capítulo 36: «Analepsis»

Doctor Repronto - Jueves, 15 de abril de 2010, a las 00:01

Para esta última entrega de Repronto me he sumergido en un experimento ciertamente retorcido. Los ensayos, y las entregas de Reflexiones de Repronto, se cimentan en la exposición lineal. Los argumentos son expuestos en un orden muy determinado. En las exposiciones bien formuladas, como aquel que dice, una cosa lleva a la otra.

Así que me planteé cómo violar esa directriz. Me propuse articular una exposición no lineal.

Es una idea que se puede falsear: grabas los argumentos en diferentes momentos, y los montas para que aparezcan en secuencia. De esta manera, tienes una exposición lineal con aspecto de no lineal. El mismo «a → b → c», grabados en momentos distintos.

La forma de conseguir verdaderamente una exposición no lineal pasaba necesariamente por construir una entrega que tenga dos órdenes de lectura: uno lineal, grabado de tirón como todos los de la serie, y otro no lineal, con los tramos reordenados. Y la verdadera dificultad no es que digan cosas contrarias (hay artificios para esconder los negativos) sino que enuncien la misma cosa. Que las dos lecturas defiendan la misma tesis. Que tenga verdaderamente dos órdenes, con todas las cartas a la vista.

Es más fácil enunciarlo que ejecutarlo. Estuve mucho tiempo sólo para decidir cómo estructurar el plan de trabajo, y no les cuento ya lo que invertí en concretar la pieza.

Cuando comenté el objetivo con los amigos, sacaron a colación Rayuela, el libro de Julio Cortázar que tiene dos órdenes de lectura. Pero aquí no cambiábamos el orden por capítulos: reordenábamos por párrafos. E incluso, por frases.

Como uno se impone barreras a conciencia, decidí que en montaje no iba a quedar fuera ni un solo fotograma. Este requisito, en la sala de edición, es un verdadero riesgo: no se podía eliminar, solo se podía reubicar. A tal efecto, en el vídeo aparecería un contador de tiempo, detallando fotograma por fotograma, para todo aquel que quisiera comprobarlo.

El resultado lo tienen ahí arriba y aquí abajo: la última entrega de Reflexiones de Repronto. Una exposición no lineal con dos órdenes de lectura, con dos finales distintos, con una misma tesis. La versión A y la versión B.

Que ustedes las disfruten.

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Notas:

– Cuando había decidido el cómo pero aún no el qué de esta entrega, conocí al músico Francisco Nixon. Me llamó la atención que en nuestros dos primeros encuentros mencionara ese ensayo en el que Borges señalaba que Kafka inventó a sus predecesores. El detalle me decidió a encarrilar el tema de esta entrega, porque encajaba el cómo con el qué. Antes de acabar el año, Fran creó el notabilísimo rincón Borgismos.

– La Sra. Señal ha realizado una labor encomiable en la entrega A, especialmente con el cierre: era muy complicado convertir las instrucciones en esa secuencia orgánica y elegante.

– Dado que este es el último capítulo de Repronto, es de recibo extender el párrafo anterior, y agradecer y felicitar a todos los miembros del laboratorio.

– Quiero enviar un agradecimiento especial a la gente que ha hecho eco de Reflexiones de Repronto en sus blogs, foros, twitters, perfiles, rincones.

Y sobre todo, a quienes lo han hecho entrega tras entrega, en particular a Guillermo Zapata en Casiopea y al propio Fran Fernández, que lo ha hecho sin saber cuál era «su» capítulo, ni que existía «su» capítulo.

Mientras otros lugares abdicaban bajo el acoso de los comentaristas frustrados, ellos no cedieron a las cargas de los trolls. Se han mantenido firmes, y merecen reconocimiento.

– Si quieren conocer futuros eventos, acudan a las suscripciones RSS, al grupo facebook de Repronto o reciban novedades en su buzón escribiendo su email en esta página.

– Permítanme recordarles dos vídeos relacionados con el reprontismo: la conferencia Repronto en la Complutense, y la conferencia Conspirapop del primer congreso Spectra.

– Este es el final. Ha sido un placer.

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Este capítulo incluye fragmentos de:

Los videos de Reflexiones de Repronto están protegidos legalmente por Coloriuris. Los detalles de este video en particular vienen detallados aquí (36A) y aquí (36B).

Capítulo 35: «Contracultura»

Doctor Repronto - Jueves, 1 de abril de 2010, a las 00:01

Desde siempre, he estado atraído por la palabra Contracultura. Incluso edité una revista llamada así, Contracultura (detalles abajo, en las notas). Más que las obras que se aludían cuando se hablaba de Contracultura, me llamaba la atención… la propia palabra.

La Real Academia define Contracultura como «Movimiento social surgido en los Estados Unidos de América en la década de 1960, especialmente entre los jóvenes, que rechaza los valores sociales y modos de vida establecidos» y «Conjunto de valores que caracterizan a este movimiento y, por extensión, a otras actitudes de oposición al sistema de vida vigente«.

Bajo esta definición, la Contracultura está acotada en el tiempo y tiene una notable directriz política. Aún más importante: define la palabra en negativo: por lo que no es. Sólo tiene sentido en oposición a otra cosa que está definida en positivo –es decir, con propiedad-.

Definir Contracultura en positivo, propiamente, ha tenido muchos obstáculos. Entre ellos, la partícula contra, que nos dirige a pensar por oposición, y el célebre bucle irresoluble: «la contracultura que se ha convertido en cultura».

Cuando realizaba la revista Contracultura, curiosamente, adopté como fetiche la máscara de gas, que es un indicador del desastre pese a que, por sí misma, es totalmente inofensiva. Su retrato en positivo queda sumergido bajo su definición en negativo: la situación que la rodea. Intuía, supongo, que la palabra Contracultura estaba sometida a reglas similares.

La máscara de gas no era tanto mi icono de Contracultura como un espejo de la trampa que rodeaba a la propia palabra. Un término que necesita hilar muy fino en su uso, y que sigue vigente pese a esa temporalidad que señalaba la definición de la Rae.

Para lograr una definición satisfactoria en positivo de Contracultura era necesario

1) resolver los bucles mencionados,

2) acotar un espacio concreto que justificara la existencia (y la pervivencia) de esa palabra,

3) evitar subjetividades -frente a «los jueces que deciden qué es contracultura», se debían concretar características que pudieran cumplir elementos que esos jueces «nunca considerarían contracultura»-,

y 4) incluir la definición oficial como un caso particular de ese espacio concreto, que debía ser necesariamente de mayor alcance.

Tras años manejando la palabra Contracultura, finalmente llegó el momento eureka. Ahí estaba. Una solución que encajaba todo lo anterior, y que era completamente original. Había encontrado una definición en positivo de la palabra Contracultura.

Estoy particularmente orgulloso de esta entrega de Reflexiones de Repronto.

Que ustedes la disfruten.

Importante: en este capítulo, la palabra duración es utilizada exclusivamente como sinónimo de permanencia.

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Notas:

– Esta entrega es la segunda de dos. Comienza con los argumentos desarrollados en el Capítulo 34: «Alta y Baja Cultura».

– Lo que maneja el Doctor al principio del capítulo es la edición impresa de Contracultura, el infrazine/suplemento que edité entre 1995 y 1997 en el Centro Politécnico Superior de la Universidad de Zaragoza.

Su edición digital fue descrita en el suplemento Tentaciones del diario El País -en la época-  como el primer fanzine generalista de la internet española.

– El caso (real) en el que el personaje «se levantó y fue a la nevera para buscar un refresco», aparece denunciado en la página 15 del libro Afterpop: La literatura de la implosión mediática, de Eloy Fernández Porta (Berenice, 2007)

– Ese argumento en la que la television está planificada conscientemente para no ser memorable, me lo oyeron en esta entrevista para LaSexta Noticias, muy posterior a la grabación de esta entrega. Por si consideran que necesita refrendarse,  les pongo aquí una cita:

El objetivo de la televisión es entretener y no dejar rastro. La tele es un electrodoméstico. Y sirve para entretenerse cuando te aburres.

La frase está tomada de la página 114 del libro ¡Mírame, tonto! Las mentiras impunes de la tele, de Mariola Cubells (Ed. Robinbook, 2003). Es una respuesta de Toni Cruz y J.M. Mainat, -responsables de la productora audiovisual Gestmusic, proveedora de Gran Hermano y Crónicas Marcianas, entre otras muchas- en una entrevista conducida por Sergi Pàmies.

– El poeta al que hace alusión el cierre es Antonio Machado.
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Este capítulo incluye fragmentos de:

  • Carta de Ajuste (RTVE, 1958)
  • Telediario (RTVE, 2009)
  • Relojes (EdicionesCaseras@youtube, 2007)
  • Scary Movie (Keenen Wayans, 2000)
  • Un País en la Mochila (RTVE, 1990)
  • Incredible Human Machine (National Geographic, 2007)

Los videos de Reflexiones de Repronto están protegidos legalmente por Coloriuris. Los detalles de este video en particular vienen detallados aquí.

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Conceptos: Cultura, Alta Cultura, baja cultura, contracultura, cortocircuito, Dios, Tiempo, creación, duración asociada, permanencia pactada, fuera del tiempo, arqueólogos, fósil, Scary movie, producto de usar y tirar, largometrajes catalogados y almacenados, para la historia, académica, vida animal, vida humana, estatuas, cielo de los buenos, todo pasa y todo queda.